Holguín el pueblo más simpático de Cuba
Maria C. Rodríguez
Periodista de Tele Cristal
9 de Julio del 2009, 9:00 a.m.
Holguín. Cuba.- No me considero una persona a quien la pasión la ciegue y no vea más allá de su entorno. De lo que si pueden estar seguros es de que amo a mi ciudad y sobre todo reconozco sus virtudes. Holguín es un bello pueblo, no sólo debido a sus parques repartidos por doquier, de fama nacional y me atrevería a afirmar internacional, porque los que nos visitan de otros países han sentido similar atracción también por su simpatía.
Estoy eternamente enamorada de su gente, de ese gracejo popular, idiosincrasia de un cubano neto, capaz de enfrentar las dificultades, no importa su dimensión. Nadie nos apaga esa sonrisa perenne que rompe casi siempre en chiste, mientras más duro sea el problema, y lo transforma en una sonora carcajada como una expresión de optimismo.
Esa manera de ser del cubano ha hecho posible que sea capaz de resistir un bloqueo financiero, económico y comercial impuesto a Cuba por el gobierno de los Estados Unidos por casi medio siglo con limitantes extremas que ha costado la vida a cientos de personas, en especial a enfermos, niños y ancianos por la carencia de artículos indispensables.
Sin embargo, nos sentimos felices de contar con una ciudad de calles rectas, embellecidas por sus construcciones que proliferan como una muestra de que no hay obstáculos para el avance, si el ser humano se lo propone, en pos de vivir mejor.
Son pocos los recursos materiales, pero tenemos mucho que brindar, porque somos ricos de espíritu y de sangre fogosa, calor que trasmitimos a los visitantes, quienes gozan en nuestra ciudad del verdor de sus árboles, de un aire sin contaminación que calma un poco el sofocante calor de un verano eterno propio de un clima tropical.
Somos internacionalistas que ofrecemos con gusto nuestras experiencias en la educación, la salud, la ciencia y la técnica, en fin, en casi todas las esferas de la vida social, repartiendo ternura y amor por distintas partes del mundo.
Ese carisma holguinero es de antaño, proviene de nuestras raíces y reconocido años atrás cuando en 1922 el periódico habanero La Lucha convocó a un concurso para elegir al pueblo más simpático de Cuba. Según la edición extraordinaria de ese diario, la idea fue de Antonio J. Medina, redactor de esa publicación, nombrado secretario organizador del certamen, y como presidente fungió el periodista Juan Hernández Guzmán, administrador general.
Una edición de esa época relaciona los votos de los ganadores y los detalles sobre la historia de Holguín, sus personalidades, bellezas femeninas y casas comerciales.
Demuestra que solamente esta reportera no es la apasionada de Holguín y al decirlo tampoco me contradigo, por el contrario, hago valer la justicia. Resultó este municipio ganador del primer lugar en el concurso con 278 mil 466 votos, seguido por Trinidad, en Sancti Spíritus, y Santa María del Rosario de La Habana, en segundo y tercer lugar, respectivamente.
De acuerdo con la época y a consideración del certamen para la elección del pueblo más simpático de Cuba, eran los más notables de Holguín el capitán Antonio Castillo, jefe de la policía, Gaspar Beceña y García Portellez, alcaldes salientes, capitán Pablo Hernández, guardia rural, los doctores Ruiz Comesañas, juez municipal, y Leopoldo Ariza, correccional. También fueron seleccionados como personalidades relevantes los médicos Francisco Frexes, Rafael Avilés y Bebastián Beltrán.
Aparecieron entre las mujeres más bellas de Holguín Digna Ochoa, Nena Parra, Fernandina Betancourt, María Amalia Frexes, Lila Chacón, Ritina Serrano, María Parra, Felixmena Calderón, Eulalia Chelala y Mayita Miranda.
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José Antonio Cardet Góngora, representante por el Partido Conservador, en Puerto
Padre, ayudó en gran medida al triunfo de Holguín. A él se le impuso la medalla de oro por ser el holguinero más entusiasta. Hasta nuestros días es también popular la calle que lleva su nombre, la que corre de Norte a Sur como fiel testimonio de este concurso que activó la opinión pública.
El 31 de diciembre de 1922, Holguín recibió la placa que la distingue como el pueblo más simpático de Cuba. Adosada a la fachada de La Periquera, construcción colonial de destacados valores artísticos y arquitectónicos, hoy declarado Monumento Nacional, exactamente en el actual cine Martí de esta ciudad aparece señalado para siempre un hecho tan singular.
Razones suficientes para sentir orgullo por mi gente que ama su tierra y trabaja sin descanso, sonrientes, con la alegría de siempre y sin lugar a dudas catalogados como los más simpáticos de Cuba. |