Mireya Ojeda Cabrera
Corresponsal de Rebelde
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Denuncian brutal maltrato policiaco en Honduras
1ro. de Julio del 2009, 2:40 a.m.

Cienfuegos, Cuba.- El gobierno que ha tomado el poder en Honduras maltrata de forma brutal a la población, según revela mi amiga, Ivonne, desesperada por la situación triste de la familia, de los vecinos y de todos en general.

A las 9:00 p.m. inicia el toque de queda “pero las personas que trabajan alejadas de la comunidad, dice el mensaje, casi no logran llegar a tiempo a las casas y eso genera abusos de la policía”

Ivonne suplica denunciar al mundo los hechos para el conocimiento de la comunidad internacional sobre el pago que recibe la población civil y a continuación se refiere a lo ocurrido anoche.

“Mi hija llegó del trabajo y debió ir a la pulpería, a pocos metros de la casa a comprar pañales desechables para los bebés (dos gemelas) estaba abierta y pensó que no eran las 9:00 p.m. pero cuando regresaba por el pasaje paró una patrulla de la policía llena de efectivos, la detuvieron brutalmente, sacudiéndola y tomándola de ambos brazos para tirarla al camión. Ella gritó que la soltaran, pues andaba comprando pañales y estaban solos los cuatro hijos de 3 y 2 años y de diez meses”.

Según la hondureña los policías hicieron caso omiso de las súplicas y jalonaron de tal manera a su hija que la golpearon y tiraron al suelo.

Los vecinos del pasaje alertados “salieron de las casas, narra, y pidieron que la dejaran, que tenía niñas tiernas solas en la vivienda. La policía capturó a un joven vecino, con brutalidad y exceso de fuerza y de un solo golpe lo aventaron al carro”. A su hija la dejaron tirada en el suelo y se fueron a otro sector de la colonia.

“Cuando venían de regreso, el papá del vecino defensor capturado les suplicó que liberaran a su muchacho, pues solo abogaba por la joven y la respuesta fue apresarlo a él también y a otro que pidió clemencia”.

En total maltrataron a su  hija y detuvieron a tres vecinos por defender a una persona, como parte de la represión policial sufrida por el pueblo hondureño.

“No somos amenaza para nadie. Somos personas trabajadores que ni siquiera nos damos cuenta de las noticias porque estamos aisladas de las señales de los cables que transmiten la información y si pretendemos opinar nos echan la policía” alega Ivonne.

Reitera la hondureña la necesidad de denunciar internacionalmente lo que está sucediendo: “Si se hace una protesta pacífica, nos mandan al ejército a disparar. Somos siete millones de ciudadanos y nos quieren amordazar”.