Reviven fantasmas de injerencia estadounidense
30 de Junio del 2009, 11:27 a.m.
Washington.- La asonada golpista contra el presidente hondureño, Manuel Zelaya, coloca en una situación compleja al gobierno de Estados Unidos por sus antecedentes de injerencia en la región, advierte hoy The New York Times.
De acuerdo con un artículo del rotativo, el golpe encabezado por militares y congresistas de Honduras obliga a Barack Obama a lidiar con políticas de anteriores administraciones respecto a América Latina.
Estados Unidos posee una historia de instigar golpes militares en el área, lo cual pone a la defensiva a funcionarios del actual Ejecutivo, apuntan los periodistas Marc Lacey y Helene Cooper.
Según los reporteros, la Casa Blanca ha respondido ya incómodas acusaciones de participación de la Agencia Central de Inteligencia en la expulsión de la nación centroamericana de Zelaya y en la instauración del presidente de facto Roberto Micheletti.
Washington tiene vínculos de años con militares hondureños, a quienes entrenó, recuerdan.
Los periodistas del influyente diario insisten en las dificultades que esto representa para Obama y su entorno.
Ante tal escenario, el presidente estadounidense condenó el hecho y tomó distancia de la posición de respaldo asumida por George W. Bush cuando en 2002 el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, sufrió un golpe de Estado, señalan.
Obama consideró ayer de ilegal el complot contra Zelaya y lo calificó de terrible precedente para la región. (PL) |