El retroceso de la democracia en Latinoamérica no será posible
30 de Junio del 2009, 9:36 a.m.
La Habana, Cuba.- Lo que ha ocurrido en Honduras nos atañe a todos, pues tiene mucho que ver con la historia de cada uno de nuestros pueblos, con lo que ellos han sufrido y luchado por conseguir la democracia, por vivir en paz, por tener gobiernos responsables y legítimos que cuiden nuestro destino, aseguro Leonel Fernández, presidente de la República Dominicana al hacer uso de la palabra en la Cumbre Extraordinaria de Río.
«Mañana se cumplirán cien años del nacimiento de Juan Bosch, hombre de las letras y de la política, del pensamiento y la acción, a quien la dictadura de Rafael Trujillo lo obligó a exiliarse durante 25 años. Regresó a la República Dominicana en 1962, y un año después se convertía en el primer presidente constitucional, elegido democráticamente por el pueblo.
«Se pensó que se establecería definitivamente la democracia en mi país, pero esta duró tan solo siete meses, como consecuencia de las maniobras de las fuerzas tradicionales para derrocar el gobierno.
«Juan Bosch, con su estilo popular al dirigirse al pueblo en aquel momento del golpe dijo que en República Dominicana un golpe de Estado duraría lo que una cucaracha en un gallinero. Con ello estaba manifestando que sería restablecida la democracia rápidamente, pero no fue así. Tomó dos años hasta que se produjo el levantamiento cívico militar conocido como la revolución de abril, que se planteó el retorno a la constitucionalidad y trajo nuevamente a Bosch al poder».
Fernández recordó que entonces un periodista le preguntó al presidente dominicano por qué no se había cumplido el vaticinio, a lo cual Bosch respondió que la razón estaba en que los pollos eran americanos y no comían cucarachas. «Ahora vivimos una situación análoga, y estamos reunidos aquí en Managua para diseñar una estrategia que permita el retorno a la democracia en Honduras, a la constitucionalidad, a que el presidente Manuel Zelaya se sitúe al frente del destino de su nación. Con esto quiero decir que al estar reunidos aquí nuestra credibilidad está comprometida».
El mandatario dominicano manifestó su sorpresa cuando leyó en la primera plana del diario nicaragüense La Prensa que en Honduras dos presidentes reclamaban una silla, «cuando la única verdad es que en Honduras solo hay un presidente legítimo: Manuel Zelaya, y que el otro es un usurpador, que ha tomado un poder que no le corresponde, porque no está ahí por la voluntad del pueblo».
Fernández hizo mención asimismo a que el golpe de Estado del usurpador Roberto Micheletti tuvo lugar cuando América Latina celebra el bicentenario de su independencia y 30 años de un proceso ininterrumpido de una democracia sostenida, la cual inició curiosamente por República Dominicana en 1978, cuando se produjo un fenómeno de alternatividad en el poder.
«Los últimos años han sido de consolidación de ese sistema democrático, del estado de derecho, y justamente ahora que estamos hablando de la calidad de la democracia en el continente, de una democracia sostenible, ocurre el retroceso, la barbarie en Honduras que se quiere establecer por medio del golpe de estado. Por eso estamos aquí los líderes de América Latina para decir que no será posible.
«Los líderes estamos comprometiendo nuestro prestigio para que haya democracia en Honduras, para garantizar que esto no vuelva a ocurrir. La gravedad de un hecho atroz como el que perpetraron los militares en el hermano país centroamericano estriba, entre otras razones, en que puede tener un efecto contagio».
Si no tomamos medidas, si permanecemos con los brazos cruzados, dijo, puede ocurrir lo mismo en cualquier otro lugar, que aquel que esté en desacuerdo —lo cual puede suceder en una democracia plural— acuda al golpe de Estado. Tenemos que tomar medidas preventivas por Honduras y por el continente.
«Debemos ver cómo podemos lograr en el más corto plazo que el presidente Zelaya retorne al poder y se restablezca de inmediato el orden constitucional a Honduras; apoyarnos siempre en la legalidad que proporciona la Carta de la OEA. Aquí está el Secretario General José Miguel Insulza que convocado al Consejo Permanente que en primera instancia tomará medidas diplomáticas, y si estás no funcionan se convocará a una asamblea general extraordinaria de modo que el usurpador sepa que la comunidad interamericana no lo acepta, que carece de legitimidad».
Seguro de que la constitucionalidad regresará a Honduras, Fernández llamó a la prudencia y a la sensatez. «Después que Zelaya tome el poder, debe convocar al diálogo político y social para que el país lleve a cabo un proceso electoral sin trauma, para que el pueblo acuda a las urnas y ejerza su derecho democrático.
«Tenemos que seguir presionando por todos los medios posibles, en un plazo rápido para que el golpe de Estado no se consolide. Hasta que la democracia plena no vuelva a toda la región seguiremos luchando en todos los planos. No descansaremos hasta que la justicia social, el progreso y la prosperidad no sea lo que domine en Honduras». (J.Rebelde/Redacción digital) |