El monstruo de múltiples caretas
1 de Agosto del 2009, 9:15 a.m.

Cienfuegos, Cuba.-  La amiga de Honduras, Ivonne siente haberse roto la alegría por el levantamiento de los retenes militares, pues solo duró el tiempo justo para la salida de la Primera Dama y del grupo acompañante.

"Sucedió que a ella le entregaron una orden de la Suprema Corte, cuenta, donde declaraba ilícito el Estado de Sitio, lo cual confirmó el oficial a cargo del retén y luego los bárbaros inhumanos cambiaron de opinión"

Según Ivonne atacaron brutalmente al dirigente Carlos H. Reyes, candidato independiente a la Presidencia de la República, quien se encontraba en una manifestación pacífica en la ciudad de Tegucigalpa y se encuentra grave de salud.

En Comayagua, por ejemplo, dice que agarraron a los que estaban en La cuesta de la virgen, a tiros y a golpes. Huyeron a las montañas para salvarse. Detuvieron a muchas mujeres y niños. Amenazaron y golpearon a los pobladores que les dieron refugio.

"Horrenda verdad dejó al descubierto el golpe de estado en Honduras, admite Ivonne,  estamos a merced de las fuerzas opresoras y defendiendo el derecho a la justicia. Con palos y piedras repelemos el ataque de las balas y de los toletes"

Precisa la hondureña que "hasta hace un mes nos amedrentaban con la presencia de policías y militares, luego empezaron a usar la violencia y ahora desataron la ofensiva criminal. Cayeron las caretas  del monstruo de múltiples máscaras"

Militares y policías verdugos, empresarios mercaderes extranjeros enriquecidos a costa de los trabajadores, políticos al servicio de la oligarquía y líderes religiosos que olvidaron el papel con la sociedad. Todos empeñados en destruir al pueblo.

Así valora mi amiga a quienes no les importa la opinión mundial ni las represalias económicas de organizaciones internacionales y ni siquiera las leyes que han hecho creer que defienden. Lo único es la hegemonía sobre el país.

¿Por qué tanta brutalidad y saña? Se pregunta y responde ella misma: La única explicación es que tienen miedo porque no han podido vender la resistencia y porque ya les perdimos el miedo.