Víctimas denuncian barbarie de represión en Honduras
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31 de Julio del 2009, 10:00 a.m.
Tegucigalpa.- Víctimas de la represión en Honduras denunciaron que la brutalidad llegó al extremo de un militar golpear a una mujer en sus partes íntimas mientras un policía arrastraba su madre por el suelo.
El dramático testimonio fue hecho entre lágrimas por la mujer, que se identificó como Ligia Castro, en la emisora capitalina Radio Globo, adonde acudieron otras personas a denunciar los maltratos a que fueron sometidos.
Ligia Castro, una de las vendedoras ambulantes que habitualmente acompañan las marchas opositoras, afirmó que además de los golpes, los policías le destruyeron su improvisado puesto de venta.
La profesora Irma Leticia Flores Barahona aseguró haber visto que ocho policías sacaron de un taxi a un joven y lo golpearon brutalmente, incluso cuando ya lo habían subido a un vehículo policial.
Flores Barahona dijo tener un hermano coronel del ejército, a quien le dijo que le ha roto el corazón por participar en esta barbarie. No voy a salir de las calles aunque me maten, porque esta es una causa justa, voy a luchar para que mis hijos y nietos no sean esclavizados, dijo.
El ataque de las fuerzas armadas y antimotines comenzó a media mañana cerca de la comunidad El Durazno, a unos cinco kilómetros de la capital, en el tramo de la carretera Panamericana que conduce al norte de la nación. La marcha fue convocada por el Frente Nacional contra el golpe de Estado como parte de la resistencia pacífica contra la asonada que depuso al presidente, Manuel Zelaya, el 28 de junio pasado.
La televisión pasó imágenes de gran cantidad de personas heridas, entre ellas la del profesor Roger Vallejo Serrano, quien fue trasladado al hospital del Seguro Social con una herida de bala en la cabeza, que lo tiene entre la vida y la muerte.
Testigos aseguran que un policía le disparó cuando los manifestantes buscaban refugio en un gran mercado de comerciantes pobres en las afueras de Tegucigalpa. El sacerdote católico Andrés Tamayo aseguró que desde un helicóptero fueron lanzadas granadas lacrimógenas contra los manifestantes, cuando eran embestidos por los militares y los antimotines.
Han golpeado a tanta gente. Ellos quieren mantenerse en el poder a pura represión, aquí ya no hay ley, subrayó el religioso con indignación. (PL) |