En Cienfuegos último parte desde la frontera en la marcha de Honduras
27 de Julio del 2009, 12:13 p.m.

Cienfuegos, Cuba.- Con la esperanza de transmitir al mundo el sufrimiento y el maltrato a que está sometido el pueblo de Honduras y pidiendo la ayuda de los países amigos recibo este 27 de julio el último parte de la hondureña Ivonne en la marcha de apoyo al Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales, quien ha tratado de pasar la frontera.

"Hemos pasado una situación difícil. Ya salimos de la frontera. La policía nos atacó el sábado en el campamento improvisado. Agarraron a muchos compañeros y nos golpearon. Dispararon a hirieron a varios. Mi hijo Johann recibió golpes y el amigo Edgardo está lastimado. Me sonaron un garrotazo en la espalda me caí y seguí corriendo junto a otros compañeros" relata desde el puesto de lucha, entre caminos y montañas.

Según Ivonne se refugiaron en el carro, en la zona del Paraíso y varios policías le destrozaron los vidrios y abrieron las puertas. Le arrebataron el celular a Johann y ella saltó por la ventana de atrás. Les botaron la comida y tiraron bombas lacrimógenas "nos quitaron lo que andábamos encina, dinero y celulares, el mío lo escondí en la ropa íntima y se llevaron documentos e identidad" dice.

Como la lucha continuaba, añade: "Logramos escapar por un matorral corriendo en desbandada y en medio de la noche y nos internamos en las montañas. No pudieron encontrarnos y casi al amanecer llegamos a las afueras del poblado La Unión donde conseguimos refugio en una casa y luego de descansar seguimos montaña adentro, mientras un helicóptero sobrevolaba con soldados y metralletas que dispararon"

En Rodas

Varias horas corrieron hasta llegar a un pueblito llamado Rodas. "Conseguimos contratar un carro que nos llevó hasta Olancho, cuenta, y seguimos huyeron en otro transporte para Olanchito en el Departamento de Yoro, donde nos recogió un familiar y a las tres de la madrugada nos trasladamos a la Comunidad de la Ceiba.

Vencerlos por hambre y sed

Horrible experiencia la vivida por Ivonne y los compañeros, quienes en unas horas salieron para San Pedro Sula, a integrarse a los protestas y tratar de conseguir ayuda para los miles de hondureños que quedaron atrás con hambre y cansancio.

De la represión en El Paraíso cuenta de los golpes sin piedad de los militares, de bombas lacrimógenas y disparos, de las detenciones de niños que iban con las madres y de la captura de dirigentes  populares impidiéndoles cruzar la frontera y acercarse a Zelaya.

"Nos agrupamos fuera del pueblo a pasar la noche. Amenazaron a los negociantes prohibiéndoles vender comida" apunta.

Consternación ante la muerte

"Nos consternamos y lamentamos la barbaridad del compañero que encontramos muerto, denuncia,  fue uno de los capturados por la policía. Tiene señales de tortura, como puñaladas y todo el cuerpo herido. Estamos indignados por la atrocidad, por las muertes y las tropelías que cometen contra este pueblo"

Dice por último: "Sabemos que el Presidente está en la frontera y recibe a distancia el apoyo del pueblo. Seguimos en pie de lucha hasta lograr el retorno de Zelaya, el elegido por los hondureños"