Tiros, gases y fuerza contra la democracia en Honduras
Joaquín Rivery Tur
Colaborador de Radio Rebelde
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29 de Septiembre del 2009, 11:40 a.m.
La Habana, Cuba.- La situación política en Honduras ha llegado a un punto máximo con la amenaza del régimen golpista de Roberto Micheletti-Lucas Romeo de eliminar la inmunidad diplomática de la embajada brasileña y amenazar con asaltarla en diez días si no entrega al presidente Manuel Zelaya o lo saca del país.
La brutalidad fascistoide de la posición golpista revela la imposibilidad de detener la resistencia y añade a ello el salvajismo desplegado con el cierre y ocupación de la radio Globo y la estación de televisión Canal 36, los únicos medios que quedaban reflejando la realizad de un país paralizado desde hace tres meses a causa del golpe de Estado.
El lunes el Canal 36 amaneció tomado por tropas del ejercito entrenado por
Estados Unidos y sometido a un silencio completo. Otro tanto ocurría en el inmueble que ocupa la radioemisora Globo, cuyas instalaciones técnicas fueron arrancadas de su lugar por las fuerzas golpistas.
"Han desmantelado la radio, han desmantelado la Constitución de la República", dijo Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (CODEH). "Es una agresión total, estamos frente a un régimen militar", agregó.
Junto a estas medidas cavernarias, Micheletti emitió un decreto que refleja la pésima situación en que se encuentra al decretar el estado de sitio durante 45 días en un país que vive un conflicto provocado por él y las diez familias más poderosas de honduras, que buscaban sacar a toda costa a Manuel Zelaya de la presidencia.
Ahora, las tropas pueden golpear, disparar, allanar, detener, arrastrar a las personas, cortar las emisiones de radio y televisión contra el régimen o perpetrar cualquier acción que busque detener una lucha revelada como imposible de domar por los golpistas, a pesar de los muertos que ya ha habido.
Mientras, el Departamento de Estado que dirige Hillary Clinton continúa torpedeando la posibilidad de la reasunción de Zelaya e incluso lo ataca, lo culpa de la situación y en la práctica justifica las atrocidades del régimen golpista.
El embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Lewis Anselem, ha calificado de "irresponsable e idiota" el valiente regreso del Presidente depuesto, porque la Clinton deseaba que llegara a un acuerdo imposible con Micheletti.
Anselem disminuyó el alcance de las enormes violaciones de los derechos de los hondureños por el régimen al decir que, al haber escogido Zelaya regresar por sus propios medios, tiene una responsabilidad especial de las acciones de sus seguidores.
La responsabilidad de Zelaya, visto desde el punto de vista popular y hasta familiar, es luchar por todos los medios para ser restituido en su cargo y cumplir los deseos de los ciudadanos, que reclaman a gritos una nueva Carta Magna para eliminar una Constitución redactada en interés exclusivo de la extrema derecha hondureña.
Cualquier barbaridad que decidan Micheletti y Romeo Lucas, el jefe del Ejército —como asaltar la embajada brasileña— engrosará en la ya abultada deuda de los golpistas y de sus apoyos en el Departamento de Estado. |