Pronostican fracaso de próxima misión de la OEA en Honduras
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8 de Agosto del 2009, 10:40 a.m.
Tegucigalpa.- La próxima misión de la OEA en Honduras carecerá de posibilidades para destrabar las gestiones diplomáticas a fin de resolver la crisis creada aquí por el golpe de Estado, advierte hoy el diario Tiempo.
Para el próximo martes está prevista la llegada de la delegación compuesta por los cancilleres de Argentina, México, Canadá, Costa Rica, República Dominicana y Jamaica, bajo la coordinación del secretario general de esa entidad regional, José Miguel Insulza.
La misión buscará "promover el restablecimiento del orden democrático", indicó un comunicado de la institución.
Sin embargo, "por las distintas declaraciones y ejecutorias de los portavoces autorizados del régimen de facto, la anuencia a que venga a nuestro país esa misión de la OEA no significa un cambio de posición", subraya Tiempo.
Los golpistas continúan negados a aceptar la reinstalación del presidente constitucional, Manuel Zelaya, en el mando ejecutivo de la nación, lo cual está definitivamente descartado, según declaraciones del gobernante ilegal, Roberto Micheletti.
En rueda de prensa, celebrada en la Casa de Gobierno, Micheletti dijo en alusión a la OEA que "nadie vendrá a dar órdenes"
Según comentó, no se le debe obstaculizar el ingreso al país a nadie y si el secretario general de la OEA llega a gastar dinero como turista, bienvenido.
A tenor de esas realidades, la misión "no tiene probabilidades de destrabar el impasse diplomático, centrado en el Plan Arias y el respectivo Acuerdo de San José, señala un editorial de Tiempo.
Su viaje únicamente serviría "para evidenciar, más allá de toda duda, la imposibilidad de darle una salida "pacífica" a la crisis política en Honduras", indica el análisis periodístico.
Se supone, cuestiona el texto, que la integración de la misión de la OEA sería responsabilidad exclusiva de esta organización, sin presiones ajenas a ésta, pero los hechos indican lo contrario.
El gobierno de facto adelantó su rechazo a la participación de cancilleres o ex-cancilleres de los países miembros de la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA), por considerar que ésta "es parte del problema", alerta el diario.
"Con esa clase de argumentaciones la retórica de la diplomacia de facto luce incongruente, por no decir contradictoria", precisa.
Tal conclusión tiene en cuenta que "los sofismas legales esgrimidos hasta ahora para justificar el golpe de Estado no se refieren a tratados o convenios internacionales, sino a supuestas violaciones constitucionales que, por otra parte, han sido desvirtuadas jurídicamente de manera irrebatible".
El ejecutivo de facto emplea los fondos provenientes de Petrocaribe, uno de los mecanismos solidarios del ALBA, y el convenio Honduras-Petrocaribe y la Declaración Honduras-ALBA tampoco han sido desconocidos ni denunciados por el régimen instalado tras la asonada militar del 28 de junio último.
"No es entendible, entonces, esa posición excluyente, a menos que se trate de un pretexto más dentro del propósito de castrar la iniciativa diplomática de la OEA", enjuicia el editorial.
En opinión del rotativo, en la esfera continental persiste "el alambicamiento diplomático y la mengua en lo pragmático".
Mientras tanto, internamente "nos encontramos en un callejón que conduce al aislamiento total, al colapso económico y a una radicalización política y social sin retorno que podría culminar en violencia descontrolada", subraya la evaluación.
La solidaridad laboral con la resistencia al golpe de Estado va extendiéndose rápidamente en nuestro continente y en el ámbito mundial, mientras la marcha nacional contra el golpismo sigue su ruta, "como bola de nieve", destaca el escrito.
En tales circunstancias, concluye, "la alternativa diplomática va quedando a la zaga, casi como desvaneciéndose”. (PL) |