Antonio
Pacheco: pelotero de los pies a la cabeza
Jorge Alfonso
Colaborador Rebelde
24 de Julio de 2008, 2:30 p.m.
La
Habana, Cuba.- A lo largo de toda su historia,
nuestro béisbol siempre mantuvo y mantiene
una inagotable cantera de valores, todos capaces
de rendir faenas colosales en los distintos
escenarios del mundo.
El
recuerdo del lejano ayer trae a la memoria los
nombres de José de la Caridad Méndez,
Adolfo Luque, Miguel Ángel González
o Martín Dihigo, por apenas citar los
más conocidos de una interminable lista
de peloteros profesionales.
En
las filas del amateurismo defendieron las camisetas
con las cuatro letras de CUBA, entre otros,
Juan Ealo, Mario Fajo, Conrado Marrero –también
jugó en la pelota rentada- y Pedro Natilla
Jiménez.
La
creación de las series nacionales –14
de enero de l962- amplió el horizonte
beisbolero y a diario nuevas figuras ocuparon
–y ocupan- titulares en las páginas
deportivas.
A
tan destacado grupo pertenecen Pedro Chávez,
Miguel Cuevas, Urbano González, José
Antonio Huelga, Rodolfo Puente, Braudilio Vinent,
Rogelio García y el zurdo Jorge Luis
Valdés, sin olvidar a los vuelacercas
más conocidos, Luis Giraldo Casanova,
Antonio Muñoz, Armando Capiró,
Pedro José Rodríguez y Lázaro
Junco.
A
mediados de 2002, la Federación Cubana
de Béisbol anunció la retirada
conjunta de cinco estrellas de primer orden
durante las últimas dos décadas,
algo sin precedente.
Orestes
Kindelán, Omar Linares, Germán
Mesa, Antonio Pacheco y Luis Ulacia, en todos
los casos, aportaron durante largos años,
como miembros del seleccionado nacional, lo
mejor de sus posibilidades y también
son grandes de siempre...
Dentro
del señalado quinteto de ases, en la
actualidad, Antonio Pacheco Massó, sea
el que mayor cantidad de críticos y elogios
reciba, porque desde hace un lustro dirige el
equipo Santiago de Cuba, lo cual resulta tarea
harto difícil por enfrentar durante el
campeonato nacional a la exigente afición
indómita.
En
fecha más reciente, sus méritos
como timonel, tres gallardetes conquistados
y un segundo lugar, lo avalaron para recibir
la importante misión de dirigir al seleccionado
nacional de cara a la venidera cita olímpica
de Beijing.
El
debut de Pacheco al frente del equipo grande
resultó bastante aciago, ya que cayeron
par de veces ante un conjunto universitario
representativo de los Estados Unidos, durante
la denominada Semana del Béisbol en Rótterdam,
Holanda.
Sin
embargo, de momento prefiero dejar aparte la
lluvia de crítica, sobre todo las que
parten de los permanentes escépticos,
quienes miran una sola cara de la moneda y son
capaces de adelantar premoniciones...
¿Quién
es Antonio Pacheco?
Se
trata del único pelotero cubano –y
tal vez del mundo- que vistió los uniformes
de la selección nacional de su país
en todas las categorías, a partir de
la edad infantil.
Esa
primera oportunidad fue en 1974, sin haber cumplido
la edad de 10 años. La última
tuvo lugar en el 2001, en Taipei de China, sede
de la XXXIV edición del Campeonato Mundial.
La
estabilidad de Pacheco en los distintos equipos
representativos de Santiago de Cuba lo llevó
a convertirse en una importante bujía
inspiradora para el colectivo.
Desde
1982 fue el capitán de dichos conjuntos
y cumplió similar responsabilidad en
la selección nacional a partir de 1986.
Sus
actuaciones merecen el calificativo de sobresalientes
a lo largo de 21 temporadas de permanente quehacer.
Escribirlo resulta fácil, pero la tarea
de buscar un sustituto dará muchos quebraderos
de cabeza a los técnicos.
Dentro
de casa es el dueño absoluto de las marcas
de indiscutibles (2 356), incluidos 713 extrabases
(366 dobles, 63 triples y 284 jonrones), cifras
muy difíciles tan siquiera de igualar
por los defensores del segundo cojín.
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