Cuanto más difícil resulta la situación es cuando más necesitamos pensar con cabeza fría y no ¨disparar¨ criterios hacia todas direcciones culpando a los de adentro sin tener en cuenta que la principal causa de la situación económica del país está en la política de bloqueo y asfixia establecida por el gobierno de Estados Unidos, que nunca como ahora había sido tan brutal e inhumana.
Si dispusiéramos de un comercio normal, si cada negocio o transacción no tuviera tras de sí una persecución insaciable respaldada por la madeja de restricciones que impone el bloqueo, si no figuráramos injustamente en una lista unilateral y espuria de países patrocinadores del terrorismo, otro gallo cantaría, como decimos popularmente los cubanos, comenta el periodista Demetrio Villaurrutia.
Que la mayor potencia del planeta nos incluya en su lista negra, además del bloqueo férreo que ejerce sobre todo el pueblo representa que los bancos dejen de proporcionarnos créditos por el riesgo país o sea más escabroso obtenerlos, se hace más difícil el comercio, las transacciones financieras se restringen, el turismo desde los países emisores decrecen por la negativa propaganda en contra de Cuba, que impacta en las turoperadoras, implica que debemos recabar a terceros o cuartos países para contratar mercancías que en comercio natural entre los dos países ahorraría no solo dinero sino acortaríaigualmente distancias y gastos en fletes, entre otros perjuicios.
El gobierno de Estados intenta hacer funcionar como relojería suiza su mecanismo contra Cuba. No conciben el respeto a la diferencia, ni la defensa a un sistema social diferente, más justo y humano, aunque no sea perfecto.
La maquinaría de odio contra Cuba está diseñada para desacreditar el ejercicio de Gobierno, destinada a mostrar como fallidas cada medida que aprobamos o implementamos, escondiendo o agazapando la principal causa que provoca la crisis económica en nuestro país.
Es el lenguaje de doble rasero que caracteriza la sucia estrategia de quienes nos odian; siendo causantes de la falta de liquidezen divisas para la compra de alimentos, la persecución financiera y la coerción a segundos y terceros países que intenten hacer negocios con Cuba, a instituciones y bancos, ocultando la verdad, para intentar establecer una cortina de humo y confundir al pueblo con ayuda de lacayos en las redes sociales digitales sobre quiénes son los verdaderos responsables de nuestras carencias o dificultades.
Siempre ha rondado la interrogante de que ¿si no hubiera existido el bloqueo, hasta dónde hubiera podido llegar esta pequeña nación con su capital humano? Con el resultado de nuestras vacunas contra la COVID tuvieron una respuesta, fue el período en que más medidas para recrudecer el bloqueo nos aplicaron. Pero nuestros científicos salvaron al país.Ese cálculo lo han hecho, y le tienen miedo a lo que pueda pasar.
No somos una nación perfecta, debemos mejorar mucho en lo organizativo, la exigencia, el rigor y la disciplina para avanzar más rápidamente en cuestiones donde nos va la vida, podemos explotar muchísimo más el margen de reservas productivas que tenemos.
Qué tendremos que mirar más hacia como ganar terreno con eficiencia y más orden, qué necesitamos que muchos entendamos que crear con inteligencia es un arma que acompañará el éxito en situaciones como estas, con ciencia, pensamiento, forma parte de las herramientas que debemos asumir para transitar por un sendero de mayor prosperidad.
Lo que no debemos desconocer jamás es que los causantes principales de la actual situación en Cuba son los mismos que aúpan la política de bloqueo como arma de coerción económica y sicológica, y nos intentan proponer otros caminos, donde nunca estaremos incluidos los revolucionarios, quienes queremos y amamos este país, y asumimos sus retos cotidianos. Necesitamos seguir construyendo el Socialismo que necesitamos, pero lo tendremos que hacer a contracorriente porque el bloqueo estará ahí.
No nos dejemos confundir, porque el lobo viene disfrazado de oveja.