Sancti Spíritus -Un gallito espirituano fue profeta en su tierra, y aunque vio tronchado el sueño de poder avanzar como parte del equipo 11-12 años a la discusión del título de las Pequeñas Ligas del Béisbol cubano; tiene que sentir orgullo por su rendimiento individual y aporte al colectivo de Sancti Spíritus durante las etapas de octavos, cuartos, y más reciente las semifinales de este certamen; fase en la que batallaron hasta el último out frente al conjunto de Santiago de Cuba, pero lamentablemente no pudieron acceder a la gran final.

Se trata de Samir Andrés Mendoza Portal. Por supuesto que ese apellido de «Mendoza» le suena conocido en su oído, es el hijo menor del estelar y muy querido pelotero yayabero Yunier Mendoza Alfonso; el mismo que se entregó en alma, corazón y vida a la causa de los Gallos por 25 temporadas; con impresionante average ofensivo de 325 y 2447 indiscutibles; el tercero histórico en este departamento a nivel de país, y quien ya anunció su retiro del deporte de las bolas y los strikes.

El futuro pelotero de los elencos espirituanos «Samir Andrés Mendoza»; y digo futuro, porque se le ven condiciones, potencial y lleva la pelota en la sangre; terminó el Campeonato con un astronómico average de (600), al conectar (9) incogibles y (15) veces al bate; conectó (3) dobles, (1) triple, anotó (5) carreras e impulsó (3) hacia el plato.
A la defensa es muy versátil; tal es así, que cubre los tres jardines.

Para ser un buen deportista, se necesita ser un buen estudiante. Es alumno de la Escuela Primaria Arcelio Suárez Bernal del Reparto Los Olivos 2 en la capital provincial espirituana.
Samir Andrés Mendoza Portal; tiene en mente seguir preparándose para próximos compromisos. Él sabe que esa medalla de Bronce sabe a oro; porque fueron 16 equipos los que salieron a los terrenos de pelota en este 2025 en las Pequeñas Ligas con un solo objetivo «ganar y ganar»; y quedaron por encima de otros 13 conjuntos.
Su papá (Yunier Mendoza), el 18 histórico de los Gallos, fue y siempre será una estrella de nuestra pelota; y a tí muchacho te corresponde seguir su ejemplo.
