Hace 20 años, los jóvenes ojos del doctor Ramil Contreras Muñoz parecían los de un descubridor. Bien abierta y curiosa, la mirada del médico cubano se posaba por primera vez en Venezuela y su gente, también expectante por una hornada de batas blancas que fundaban la Misión Barrio Adentro, de la mano del Comandante Hugo Chávez.
En los cerros de Caracas comenzó la historia internacionalista del galeno avileño. Toda una peripecia cargada de optimismo, incertidumbre, amistad y entrega, que el doctor Ramil, hoy vicejefe primero de la Misión Médica Cubana en el estado venezolano de Anzoátegui, cuenta en exclusiva para la Radio Cubana.
“Llegué a Venezuela en octubre del 2003. Fui ubicado en Caracas, donde viví en la casa de Luis Rosa Crespo. Al principio, todos vivimos en casas de familia y, en mi caso, las consultas las ofrecía en la iglesia del barrio. Era mi primera misión internacionalista; a pesar de eso y de la oposición de algún sector derechista, nos sobrepusimos. Miedo no tuve, sino la convicción de que podíamos cumplir y vencer todos esos obstáculos.”
De aquella etapa, recuerda a Yeremi, una niña con problemas en su columna, que fue enviada a Cuba para operarse y recuperar su calidad de vida. “Su familia lloró de alegría. Ver a la niña ya recuperada me llenó de orgullo por Cuba.”
“Regresé a la misión y a Venezuela en el 2020 y vi toda la evolución que ha tenido, sobre todo, con la creación de las instituciones médicas, donde trabajamos juntos cubanos y venezolanos. Es mucho lo que ha crecido, y esto sigue para adelante, no tiene marcha atrás.”
Hace 20 años, el doctor Ramil Contreras Muñoz llegó, con mirada abierta y curiosa, a Caracas. Con jóvenes ojos, descubrió Venezuela, curó a sus hijos y fundó. En suma, cumplió los sueños de Fidel, de Chávez y de un pueblo agradecido de esa hornada de batas blancas que aún camina, barrio adentro.
“Los sueños de Fidel y Chávez, que son los mismos que tuvieron Martí y Bolívar, se han materializado. Ahora tenemos nosotros el compromiso de seguir afianzando ese futuro victorioso”.