El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump y la presidenta de México Claudia Sheinbaum mantuvieron una conversación telefónica, horas después de que Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a todas las importaciones llegadas del país latinoamericano.
“Acabo de tener una maravillosa conversación con la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Ha accedido a detener la migración a través de México y hacia Estados Unidos, cerrando de hecho nuestra frontera sur. También hablamos sobre lo que se puede hacer para detener la entrada masiva de drogas en los Estados Unidos, y también, el consumo estadounidense de estas drogas. Fue una conversación muy productiva”, escribió el republicano en su red social Truth.
Sheinbaum ha coincidido en parte en el mensaje: “Tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump. Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México. También hablamos de reforzar la colaboración en temas de seguridad en el marco de nuestra soberanía y de la campaña que estamos realizando en el país para prevenir el consumo de fentanilo”, aseguró en la red social X.
Tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump. Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México.
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) November 27, 2024
También hablamos de reforzar la colaboración en… pic.twitter.com/PlGS5w3ZpC
Pero, la presidenta desmintió en parte lo dicho por Trump al aseverar que: “le expuse la estrategia integral que ha seguido México para atender el fenómeno migratorio (…) Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras”, subrayó.
La llegada de inmigrantes a Estados Unidos se ha reducido drásticamente en los últimos meses tras las medidas adoptadas por el Gobierno de Joe Biden. El presidente estadounidense firmó un decreto que limitó dramáticamente las entradas a comienzos del verano, pues le daba poder para cerrar la frontera a la inmigración al superarse los 2.500 cruces diarios irregulares durante una semana.