El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó a su antecesor Jair Bolsonaro, genocida al tiempo que lo acusó de generar lo que llamó la «industria de la mentira» en su país.
«Voy a luchar por nuestro partido y por el pueblo brasileño para que nunca más un genocida gane unas elecciones con base en la industria de la mentira», comentó en un acto con motivo del 43 aniversario del Partido de los Trabajadores (PT).
El presidente brasileño expresó que el país que encontró está en una situación más crítica que cuando comenzó su primer mandato. «Recibimos un país en 2023 mucho peor que en 2003, más incivilizado», aseguró.
Lula también aseveró que «todo lo que hizo el PT en sus 13 años de mandato» fue destruido luego del proceso de impeachment contra Dilma Rousseff, en 2016.
Según RT, no es la primera vez que el mandatario califica de «genocida» al expresidente Jair Bolsonaro, a quien ha responsabilizado directamente de la crisis sanitaria y de seguridad que viven los indígenas yanomamis. Lula además acusó al ultraderechista de participar en el asalto perpetrado el pasado 8 de enero por radicales bolsonaristas en contra de instituciones en Brasilia.
Actualmente Bolsonaro se encuentra en territorio estadounidense desde finales de diciembre. El pasado 1 de enero perdió su inmunidad y se enfrenta a varias investigaciones judiciales.
Muerte de animales en la residencia oficial.
La muerte de decenas de carpas, que vivían en un estanque de agua y de un ñandú que frecuentaba los jardines de la residencia oficial Alvorada ha generado la última polémica entre las administraciones por la «herencia» recibida.
Lula y su esposa, Rosangela da Silva, se mudaron a la Alvorada el 6 de febrero, luego de más de un mes de reformas motivadas por supuestos deterioros relatados por esta última a la prensa local.
La Secretaría de Comunicación del actual gobierno aseguró en una nota que decenas de peces murieron luego de una limpieza del estanque, realizada entre el 27 de diciembre y el 2 de enero y ordenada durante la gestión de Bolsonaro.
«La mayoría de las carpas murieron debido a la baja oxigenación del agua y también por el transporte para su colocación en una reserva secundaria», señaló la nota.