Según nos cuenta la doctora Francisca López Civeira en su libro 100 Preguntas sobre Historia de Cuba, durante los años 20 del pasado siglo, (y en medio de la lucha contra el gobierno de Gerardo Machado), los escritores y artistas cubanos se plantearon su incorporación a la vanguardia con las nuevas formas de expresión dentro del arte, al tiempo que buscaban las raíces de la cultura nacional y se incorporaban a las luchas políticas de ese momento.
En general, las manifestaciones del arte pictórico de los nuevos talentos dejó atrás el academicismo para incorporar temas y colores cubanos dentro de las tendencias de esa vanguardia artística.
La narrativa también expresaba la nueva mentalidad. La poesía fue una de las manifestaciones más representativas de los cambios del pensamiento social de aquellos momentos.
La producción historiográfica presentó igualmente los cambios en temas y profundidad que expresaron la renovación de esta disciplina en nuestro país.
Figuras de alto relieve de nuestra cultura como Ramiro Guerra, Fernando Ortiz, y Emilio Roig de Leuchering, quienes venían de una generación anterior, entregaron obras en las cuales abordaron los aportes de la raíz africana a la cultura cubana así como la relación de conflicto existente con los Estados Unidos y nuestra nación.
Obras como La Enmienda Platt. Su interpretación primitiva y sus aplicaciones posteriores hasta 1921 y La Injerencia norteamericana en los asuntos internos de Cuba, de Emilio Roig de Leuchsenring; además del conocido Catauro de cubanismos de Fernando Ortiz; Azúcar, de 1923 y Población en las Antillas del año 1927, de Ramiro Guerra; entre otras obras con una muestra de la renovación que experimentaron los temas históricos y sus análisis en la Cuba de los años 20.
Recuerda que andamos por los caminos de Cuba...