Andando por los caminos de Cuba (y adentrándonos en la estrategia de los Estados Unidos para aplacar la crisis cubana de inicio de los años 30), el enviado del Norte Summer Welles, preparó su mediación para buscar un arreglo político entre Machado y la oposición, por lo que trabajó con los políticos tradicionales, que aceptaron participar en las negociaciones.
La mayoría de las organizaciones políticas cubanas rechazaron la presencia del diplomático norteamericano y su fórmula, tal como lo hicieron el Partido Comunista, la Liga Antimperialista de las Américas, Antonio Guiteras y otros sectores.
La Mediación estaba en marcha desde julio del 33, cuando estalló la huelga general y se produjo la caída de Machado, entonces Summer Welles maniobró para imponer al presidente cubano de entonces, Carlos Manuel de Céspedes y Quesada como presidente provisional, pero no pudo sostenerlo. El alzamiento del 4 de septiembre destruyó la estrategia yanqui.
Con el surgimiento del gobierno de la Pentarquía, Sumner Welles fue el centro de la conspiración contra esa forma de gobierno y también maniobró en contra del gobierno presidido por Ramón Grau San Martín.
De tal forma, el gobierno norteamericano no reconoció al nuevo gobierno instaurado en Cuba, de esta manera, nuestro país se que quedó aislado diplomáticamente y fue rodeado con 29 buques de guerra, para que de esta manera, presionar a los grupos de poder para que actuaran contra el gobierno.
Estados Unidos organizó la conspiración política y para ello buscó aliados dentro del propio gobierno; entonces el sargento taquígrafo Fulgencio Batista, quien desde el principio se había vinculado vinculó a estos planes comienza a ganar fuerza política.
Poco a poco, Batista se convierte en el hombre fuerte de Cuba.
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