Se dice que uno de los primeros historiadores del país fue Nicolás Joseph de Ribera, de Santiago de Cuba. Él escribió un documento llamado Descripción de la Isla de Cuba, entre los años 1755 y 1756 probablemente.
Por su parte, sería el habanero José Martín Félix de Arrate, con su libro Llave del Nuevo Mundo, terminado de escribir en 1761 aunque publicado en 1830, e Ignacio José de Urrutia, también de La Habana, que escribió Compendio de Memorias para la Historia de la Isla Fernandina de Cuba, entre otras obras, aportaron las primeras luces para nuestra naciente historia escrita.
También vale destacar dentro de los primeros aportes a nuestra historia escrita al obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, nacido en Santo Domingo, quien en fecha tan lejana como 1761 escribió Historia de la Isla y Catedral de Cuba.
Estos primeros historiadores utilizaron los nombres dados por el poder colonial a nuestro territorio, bien como Indias o como Fernandina, pero también la identificación del nombre Cuba, ya común en aquel siglo, o destacaron a nuestro país como “llave del Nuevo Mundo”, por su posición geográfica y lo que representaba entonces para las comunicaciones de España con sus colonias.
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