El secretario de Estado británico para las Fuerzas Armadas, Luke Pollard, afirmó que París y Londres no se pusieron de acuerdo sobre una propuesta de tregua de un mes en Ucrania, referida ayer por el presidente francés, Emmanuel Macron, y agregó que “No hay acuerdo sobre cómo sería una tregua (…) pero estamos trabajando juntos, con Francia y nuestros aliados europeos, para determinar el camino a seguir para una paz duradera en Ucrania”.
Durante las últimas horas, Francia y Reino habían propuesto una tregua aérea, marítima y energética de un mes en Ucrania, con una propuesta de Macron sobre una tregua de un mes en Ucrania “en los aires, en los mares y en las infraestructuras energéticas”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, había expresado que París y Londres estaban trabajando en “un plan” para detener los combates entre Ucrania y Rusia. “Cada nación debe contribuir a esto de la mejor manera que pueda, aportando diferentes capacidades y apoyo, pero todos asumiendo la responsabilidad de actuar, todos asumiendo su propia parte de la carga”, manifestó el premier.
Por su parte, un funcionario del gobierno del Reino Unido, restó importancia a cualquier acuerdo, y aseveró que “hay varias opciones sobre la mesa, sujetas a mayores discusiones con Estados Unidos y los socios europeos, pero no se ha acordado una tregua de un mes”.
“Como dijo el primer ministro en su conferencia de prensa, necesitamos y queremos avanzar con impulso y nos complace que la cumbre de hoy haya permitido que las conversaciones avancen. Esas conversaciones continuarán a buen ritmo”, dijo un portavoz de Downing Street.
Starmer, recibió a otros gobernantes europeos para una cumbre que se desarrolló para analizar la situación en Ucrania, el domingo 2 de marzo de 2025, en Lancaster House, a la que asistieron el presidente finlandés Alexander Stubb; el mandatario francés Emmanuel Macron; el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, y el premier polaco Donald Tusk.
Estuvieron presentes también el jefe de gobierno español Pedro Sánchez; la primera ministra danesa Mette Frederiksen; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa; el primer ministro canadiense Justin Trudeau, y el presidente interino rumano Ilie Bolojan.
Tampoco faltaron el secretario general de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte; el primer ministro holandés Dick Schoof; el premier sueco Ulf Kristersson; el canciller alemán Olaf Scholz; el primer ministro noruego Jonas Gahr Store; el primer ministro checo Petr Fiala; la premier italiana Giorgia Meloni y el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan.
La reunión se vio ensombrecida por la extraordinaria reprimenda que tuvo lugar en directo por televisión desde la Casa Blanca. Starmer aprovechó la oportunidad como parte de su esfuerzo más amplio por tender un puente entre Europa y Estados Unidos y así tratar de salvar lo que parecía el comienzo de un proceso de paz antes del desencuentro de Zelensky con el presidente Donald Trump.
Starmer dijo que había trabajado con Francia y Ucrania en un plan para poner fin a la guerra y que el grupo de líderes, en su mayoría de Europa, había acordado cuatro pasos que incluyen: mantener el flujo de ayuda a Kiev y conservar lo que consideran presión económica sobre Moscú; asegurarse de que Ucrania esté en la mesa de negociaciones; y continuar armando a Ucrania.