Líderes de países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) han criticado las restricciones anunciadas por Estados Unidos a las misiones médicas de Cuba que impactan de manera positiva en los sistemas de salud de la región.
Mucho antes de que el señor Marco Rubio fuera el secretario de estado de Estados Unidos la cooperación médica de la Isla había llegado a muchas partes del mundo: África, América, la vieja Europa, el Caribe donde hoy tiene presencia en 14 naciones.
Washington, desde finales de febrero ha anunciado que ampliará la actual restricción a los visados impuesta contra aquellos que se benefician de la supuesta “explotación laboral” de trabajadores cubanos en el extranjero, para extender la medida a funcionarios y gobiernos que son responsables o que están involucrados con dicho programa.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, presidenta actual de CARICOM, aseguró que “está preparada, como otros dirigentes de la región, a perder su Visa si no se logra un acuerdo sensato sobre este asunto”, ya que en su criterio hoy todavía “importan los principios”.
Otros dirigentes caribeños se han pronunciado en la misma cuerda; por ejemplo, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, Keith Rowley de Trinidad y Tobago, quien declaraba recientemente que “acababa de regresar de California y, si nunca vuelvo allí en mi vida, me aseguraré de que la soberanía de Trinidad y Tobago sea respetada por todos”, afirmaba el trinitario en recientes declaraciones a medios de prensa locales.
El mandatario de Granada Dickon Mitchell abordado por la prensa local advierte del posible colapso del sistema de salud de su país sin la ayuda de los médicos cubanos.
Los miembros de CARICOM siempre han agradecido el apoyo médico de Cuba, en especial durante la pandemia de la COVID-19 y en diferentes escenarios internacionales, hoy continúan reclamando el fin del bloqueo.
El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, dijo que las leyes y la Constitución de su país prohíben la implicación en trata de personas y que su Gobierno “nunca incurrirá en trabajo forzoso”.
Va contra nuestras leyes y somos un país de derecho. No creemos haberlo hecho; no lo estamos haciendo, pero revisaremos nuestra situación.
Los integrantes del ejército de batas blancas de Cuba no viajan forzados, ni engañados, no están recluidos o privados de libertad; quienes hoy cumplen misión de salud en más de 50 países en el mundo sienten que Cuba salva y continua lista para hacerlo todos los días como auténtica protagonista de una historia de solidaridad.

El doctor Juan Ulises Castillo Sanz, Especialista de Primer Grado en Medicina Interna y Segundo Grado y Master en Medicina Intensiva y Emergencia nos lo cuenta desde San Vicente y las Granadinas donde comanda una brigada médica integrada por 80 cooperantes. Sus relatos son un testimonio de vida.
Nuestro trabajo es un gran soporte para el sistema de salud de la Isla. Tenemos 34 médicos de 14 especialidades, además de tecnólogos de la salud. Somos reconocidos, queridos y admirados no solo por nuestros pacientes, sino por las autoridades de la isla.
El doctor Ulises en declaraciones a la emisora Radio Rebelde comenta de los principales impactos de la brigada que no solo realiza un importante aporte asistencial “contribuimos a la formación de los recursos humanos sanvicentinos. A Cuba han ido a cursar estudios de diferentes modalidades tecnológicas de la salud de manera gratuita”.
En el 2014 la brigada realizó 71mil 734 consultas y mil 237 cirugías ; además de cuantiosos servicios en rayos X, laboratorio, estomatología y otras especialidades.

El galeno cubano destaca la presencia de la brigada cubana frente a emergencias del país. Así recuerda el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 y la explosión del Volcán La Soufriere en el 2021. Los cubanos mostraron su profesionalidad e inquebrantable solidaridad con sus apreciables servicios.
Cuba no solo envía médicos, sino que comparte conocimientos y estrategias de atención sanitaria, es parte de su esencia solidaria practicada durante décadas y validada por las miles de vidas salvadas. La influencia de las brigadas médicas cubanas ha llevado a mejoras significativas en salud pública en las naciones donde han trabajado, reduciendo la mortalidad infantil, incrementando la esperanza de vida y fortaleciendo los sistemas de salud, lo que garantiza el desarrollo de estrategias para enfrentar futuros desafíos sanitarios.
Cuba se sabe líder en promoción de salud como autentico humano derecho y devuelve en atención médica la amistad y solidaridad demostradas por muchos en el mundo, donde están incluidos los pequeños estados caribeños. Esa verdad no podrá obviarla ningún secretario de estado y menos un gobierno que cree que la amenaza y la coacción lo pueden todo.

Concluyo entonces con las siguientes cifras ofrecidas recientemente por el Dr. Michel Cabrera Laza, director de la Unidad Central de Cooperación Médica (UCCM) durante el espacio televisivo Mesa Redonda, como prueba del invaluable legado de la cooperación cubana de salud.
- Más de 600 mil cooperantes cubanos han brindado asistencia sanitaria en diferentes regiones del mundo.
- Actualmente Cuba colabora con 56 naciones y cuenta con más de 24 mil colaboradores.
- A lo largo de la historia más de 2,3 millones de personas en el mundo han sido atendidas por el ejército de batas blancas de Cuba
- La impecable actuación del contingente Henry Reeve durante la pandemia de la Covid 19 y el azote de la epidemia del Ébola en África Occidental. Por cierto, este año esa fuerza arriba a dos décadas de existencia.
- De las manos de los galenos de Cuba, más de 5 millones de niños han nacido en el mundo.




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