La Habana- Al parafrasear al cantor con su adagio “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, recordamos hoy al historiador de esta Ciudad Maravilla, Eusebio Leal Spengler, en el tercer aniversario de su fallecimiento.
La frase la tomó el cantante y compositor y, ante todo, poeta español Joan Manuel Serrat de un texto de Antonio Machado, el gran bardo de la Generación del 98, muy propicia para homenajear al más fiel caminante que anduvo calles y entrecalles, plazas y cada rincón de La Habana.
Especialista en la historia de esta ciudad, Leal Spengler (1942-2020) fue un incansable viajero local, acogido por Emilio Roig de Leuchsenring (primer historiador de La Habana) y orientado por él en su vocación.
Sin haber obtenido oficialmente más nivel escolar que el de sexto grado, y luego de una ingente preparación, presentó exámenes de suficiencia académica en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, donde le permitieron ingresar al centro por Decreto Rectoral para cursar la Licenciatura en Historia en 1974, concluyendo sus estudios en 1979.
Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas y Director del Programa de Restauración del Patrimonio de la Humanidad, Leal se distinguió de manera particular por la conducción de las obras de restauración del Casco Histórico de esta capital, declarado por la Unesco en 1982 Patrimonio de la Humanidad.
Fungió como director del Museo de la Ciudad y de la Oficina del Historiador, asumió importantes obras, entre ellas, la restauración del Palacio de los Capitanes Generales, antigua Casa de Gobierno, y sede del Museo de la Ciudad de La Habana.
En 1981 se le confirió la responsabilidad de conducir las obras del Centro Histórico y en 1998 fue el encargado de realizar el pregón de las Fiestas de la Mercè de Barcelona, con un discurso en el que repasó históricamente las relaciones de Barcelona y Cataluña con Cuba.
Cursó estudios de posgrado sobre restauración de Centros Históricos, a través de beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana.
Muchos fueron los grados científicos conferidos al eminente erudito, entre ellos, Maestro en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba.
Fue merecedor de múltiples condecoraciones, como doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y por la Universidad Central de Chile, posee la Orden del Libertador Simón Bolívar, Venezuela, la Gran Cruz de la Orden de Carlos III y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, de España.
También le fue conferida la Gran cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, así, como la Orden de las Artes y las Letras de Francia, entre tantas que conquistó en su andar por los orígenes de la historia de su ciudad, además, de su excelso discurso, fecundo y de gran belleza lírica.
Dejó obras literarias importantes, entre ellas, Regresar en el tiempo, Detén el paso caminante, Verba Volant, y Poesía y palabra (I y II).
Los restos del doctor Leal Spengler descansan en el Jardín Madre Teresa de Calcuta, al fondo de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la Habana Vieja.
Sin embargo, su mayor y principal legado quizás sea el de demostrarle un profundo amor a su ciudad a través de su restauración; retomar obras antiguas y devolverles su vida.
Por lo anterior puede decirse que él se hizo camino al andar.
(Fuente: Prensa Latina)