Las Tunas.- Las Tunas es la provincia más seca de Cuba, especialmente la parte norte del territorio; municipios en los que ha llovido apenas un 16 por ciento de lo previsto en este 2023.
No es este un dilema reciente; desde hace más de 10 años el comportamiento de las precipitaciones se mantiene por debajo del 85 por ciento en el territorio.
Esto ha provocado que en cada calendario sea más bajo el acumulado y, por tanto, no es bueno el pronóstico para el abasto de agua por acá.
Las afectaciones involucran a comunidades enteras y el trabajo también; porque en toda la provincia y, muy especialmente en el municipio de Manatí, el más afectado en sus fuentes de abasto, se atiende con celo este dilema.
Revertirlo, asegura Kennia Batista Céspedes, subdelegada de Recursos Hidráulicos en la provincia, depende de estudios sólidos, inversiones costosas y materias primas vitales. También aseguró la experta que la dirección del país está dando prioridad total a esta situación de sequía y la población es el centro del interés de todos.
Las medidas tomadas incluyen la construcción de 19 pozos, la instalación de hidrómetros en las fuentes de abasto, la continuidad del programa de rehabilitación de redes y conductoras en los poblados de Delicias y Jesús Menéndez.
Además este año se labora para concluir los acueductos de comunidades rurales el Rincón y el KM 20 del municipio de Manatí; y en terminar la obra del acueducto que beneficiará a más de tres mil 500 habitantes de nueve comunidades costeras del norte de la provincia.
Por estos días se habilitan, además, puntos de fácil de acceso y cargaderos de agua en distintos puntos de la geografía local.
La realidad, sin embargo, es sumamente compleja. Ahorrar agua es, como desde hace mucho tiempo, palabra de orden para los tuneros.
(Autora: Esther De la Cruz Castillejo)
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