A la vivienda, uno de los temas medulares de un país con notable deterioro del fondo habitacional, se dedicó la más reciente sesión del Consejo Nacional de Innovación, encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el Miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
Tras la presentación de tesis que dieron cuenta sobre la situación actual de la vivienda en Cuba y las innovaciones urbanas, en el órgano consultivo del Estado se procedió a un debate, del cual surgieron ideas con vistas a que en el 2023 se enfoquen las soluciones a la vivienda de manera diferente.
El tema de los materiales de la construcción ocupó gran parte del encuentro mensual. Conocidos los impedimentos objetivos en la obtención de cemento y acero, el Dr. Gilberto Quevedo Sotolongo de la Universidad Central de las Villas (UCLV), convocó a buscar las vías para llevar a una escala industrial la producción de insumos primarios, fruto de la creación científica en las universidades cubanas.
«Hay una fuerte limitación en la producción de cemento por ser un alto consumidor del combustible fósil y aunque se cuenta con importantes investigaciones debidamente probadas científicamente para la formulación de un nuevo tipo de cemento (LC2 y LC3) que disminuyen significativamente el consumo de combustible y por ende la emisión de CO², su introducción a la práctica solo ha sido en producciones locales o en pequeñas industrias y no se ha logrado la introducción a la industria cementera, pese a sus grandes potencialidades».
El Dr. Quevedo también insistió en retomar y actualizar el movimiento de microbrigadas y acentuó que «si se quiere dar un salto en la construcción de vivienda es necesario recuperar la capacidad de las plantas de prefabricado».
A propósito del tema de los materiales, otro profesor villaclareño, Fernando Martirena Hernández, líder de las investigaciones del cemento ecológico y promotor de los talleres locales de materiales de la construcción, llamó la atención sobre la urgencia de que criterios rigurosos y de validación decidan en los proyectos que se ejecutan.
El Director del Centro de Investigación y Desarrollo de las Estructuras y los Materiales (CIDEM) de la UCLV, hizo referencia a la prioridad que dentro de una obra tienen los materiales por encima de los conceptos, la planificación, el diseño, «si no tenemos los materiales no podemos construir y esos materiales tiene que ser adecuados, viables, de bajo costo».
La mano de obra y los riesgos asociados en un contexto de envejecimiento poblacional, así como los recursos financieros constituyeron otros componentes del proceso analizados por el Dr. Martirena, que definió como esencial acabar de definir quién gestiona todo esto: los materiales, la mano de obra, los mecanismos de financiamiento, el diseño. «En mis más de 30 años de experiencia me he dado cuenta que el gestor idóneo del proceso de vivienda es el gobierno municipal», resolvió.
En esa misma línea sobre cuál es el método idóneo para la gobernanza de la vivienda en Cuba se suscitaron criterios diversos como el de la Dra. Dania González Couret, quien defendió el punto de vista relacionado con la creación de un organismo de la administración central del estado, “que podría ser un ministerio que integre la gestión del urbanismo y la vivienda”.
En cambio, el Dr. Jorge Núñez Jover apuntó que la vivienda necesita de mecanismos de gobernanza intersectoriales, “no es posible pensar que un solo ministerio asume y resuelve este problema”, donde están implicados otras entidades como el Ministerio de Finanzas y Precios, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
La Dra. Vilma Hidalgo de los Santos, de la Universidad de La Habana, enunció durante su intervención una serie de mecanismos de financiamiento que podrían llevarse a un fondo inmobiliario como las utilidades empresariales, la liquidez inmovilizada por empresas de seguros, el aporte del 1 % de las empresas, sociedades mercantiles y cooperativas a la contribución local, el cobro de multas por infracciones urbanísticas, rentas de activos del estado a extranjeros.
El diseño arquitectónico específico y la realización de concursos con ese fin, la valoración económica del suelo, la necesidad de la disciplina urbanística, constituyeron otros temas tratados con sentido crítico en la reunión que se extendió por más de 2 horas.
Luego de escuchar a las voces más eminentes del país en temas de construcción, urbanismo y vivienda, el Presidente Díaz-Canel reflexionó sobre el impacto de concentrar en un área de nuevo desarrollo todas las innovaciones, que sirva de inspiración a otros entornos del país.
El Jefe de Estado valoró de muy aportador el debate sostenido por los integrantes del Consejo Nacional de Innovación, con quienes compartió reflexiones en torno a fabricar teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la Isla ante huracanes.
Respecto a la producción de materiales reconoció que se necesita acabar de llevar a una producción industrial los materiales de la construcción, obtenidos en universidades cubanas, como el caso del cemento ecológico.
Propuso además extender estas discusiones al Grupo Temporal de Trabajo que elabora la Política y la Ley de la Vivienda y a los Consejos técnicos asesores del Ministerio de la Construcción y del Instituto de Ordenamiento Territorial y Urbanismo.
Al concluir Diaz-Canel recalcó que él aspira a la armonía entre vivienda, hábitat, urbanismo, entorno, belleza y diseño, no renuncia -acentuó- al bienestar de la población.
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