La Revolución cubana ha tenido la peculiaridad de ser auténtica. Así emprendió el difícil camino. Así ha vencido todo tipo de adversidades. Así se ganó un reconocimiento internacional, por la entereza de sus líderes que jamás claudicaron y por su pueblo que ha protagonizado numerosas hazañas, con una dignidad impresionante.
Partiendo de profundas tradiciones patrióticas y revolucionarias que tienen sus raíces en la historia, aquel núcleo inicial de combatientes que fue al Moncada y luego se prolongó en el Granma, el Ejército Rebelde y la lucha clandestina, fue capaz de sortear todos los obstáculos hasta lograr la victoria y la unidad revolucionaria.
Ellos supieron forjar y preparar, con clara visión de largo alcance, a las nuevas generaciones que debían garantizar la continuidad de la Revolución.
En las circunstancias actuales, como nunca antes, la perdurabilidad y fortaleza de la nación tendrán que sustentarse, como garantía decisiva, en la unidad conquistada que se nutre de las ideas que sucesivas generaciones de cubanos fueron tejiendo con su sangre, resistencia, inteligencia, lucha y cultura.
Ciertamente, los cubanos podemos hablar de la unidad, porque la Revolución está viva, absolutamente viva, y busca su propio camino para seguir adelante.
Que nadie lo dude: la Revolución es y seguirá siendo cubana. Sus hijos somos vencedores de contratiempos, capaces de derrotar las dificultades y salir en busca de nuevos sueños.
En este 2025, que estará igualmente, repleto de desafíos, otra la vez la Patria convoca. Los más veteranos y los más jóvenes seguirán apostando por impulsar la economía, en medio de uno de los escenarios más difíciles que hemos vivido en las últimas décadas, por la preservación irrenunciable de las conquistas sociales y por la defensa de un sistema político escogido soberanamente, liderado por el pueblo, consciente de que como advirtió el poeta «por esta libertad habrá que darlo todo».
En Cuba, la Revolución no termina con los guerrilleros; y seguirá siendo una sola, digna y auténtica, con la unidad que nos define y nos salva.
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