La quema del año viejo, una tradición de los saludeños

Por: Aroldo García Fombellida.

Aunque de manera individual, familiar, o en cualquier barrio de Cuba ocurre, lo cierto es, que, digamos «de manera oficial», con ceremonia, y participación masiva incluida, es el poblado mayabequense de La Salud, del municipio de Quivicán, donde «la quema del año viejo», adquiere, cada 31 de diciembre, a las doce de la noche, una connotación muy especial.

Claro que, para conocer más de ésta tradición, había que ir a La Salud, y eso fue, lo que precisamente hicimos, cuando hace pocos días, recorrimos Mayabeque, la provincia más joven de Cuba.

Allí, frente a la estatua del año viejo, recién remozada por cierto, y muy cerca de la también añeja estación ferroviaria, conocimos, y conversamos, en plena calle, con el octogenario Aramis Vasallo.

Pero esta historia no estaría completa, si no visitábamos el Hogar de Barbarita y Tony, dos saludeños orgullosos de serlo, y también orgullosos de su hijo, de su familia, y de esta tradición, que Tony, Antonio de Armas, Presidente del Consejo Popular de La Salud, cuenta.

Pues la vida pasará, porque es demasiado corta. Otro año más, que importa, igual que uno, se va.
La Salud, pueblo del maní. Cuando a mí me llegue el sueño, que da el eterno reposo, yo me marcharé orgulloso, de haber sido saludeño.

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