La grandeza del esfuerzo cotidiano

Esfuerzos que no se ven, pero son cotidianos, y que en su conjunto mantienen viva la generación eléctrica en las grandes plantas. Conocida es la gran complejidad que ha tenido el país en el tema de la electricidad, donde confluyen diversos factores explicados de manera reiterada, entre ellos, la persecución financiera, a las fuentes de acceso para la compra de combustibles, el no poder disponer de las piezas necesarias para ser instaladas en una central lo que dilata su mantenimiento con la presión siempre de un bloqueo estadounidense que es tan real que para saberlo más de cerca pregúntemosle a cada trabajador de esta empresa.

Por eso, preferimos concentrarnos en el esfuerzo – que no solo es eso-  sino también devenido resultados, del colectivo de trabajadores de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, conocida por sus siglas EMCE, un grupo de trabajadores que ha puesto y lo hace cotidianamente alma, corazón y vida para dejar detrás horas de sueño, luchando contra el cansancio, generalmente muy lejos de la familia y sus seres queridos, y dedicarle todo el tiempo necesario a la reparación de centrales eléctricas, sus mantenimientos e igualmente la instalación de equipos que demandan de una especialización milimétrica acompañada de mucha pericia y una alta calificación.

Este colectivo, casi siempre anónimo, tiene como responsabilidad la de reparar todos los equipos básicos de las termoeléctricas y fabricar la mayoría de las piezas que estas utilizan. Imaginémonos que no dispusiéramos de una entidad como esta. ¿A dónde tendríamos que acudir? ¿Cuánto le costaría a este país importar cada pieza o sus componentes en un escenario de persecución permanente que ha tenido en la punta de mira del bloqueo al sector enérgico?

Podríamos afirmar que durante los últimos años, durante y posterior a la pandemia de COVID-19, si algún colectivo ha sentido sobre sí el peso de la gran responsabilidad que tiene y de cuánto depende el país de su entrega pero también efectividad, es el de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas.

Cada día de retraso en el mantenimiento o reparación de una pieza, y hablamos de elementos enormes que necesitan condiciones especiales para su traslado, representa más apagones, menos generación eléctrica, disminución de la capacidad de la central perjudicada – en el menor de los casos- o simplemente su salida del sistema.

Lo singular es que los mismos trabajadores con la responsabilidad y compromiso de solucionar el problema también sufren las consecuencias.

En uno de los recorridos realizados por los candidatos a diputados por Santa Clara, el Presidente Díaz-Canel en intercambio con trabajadores del sector eléctrico afirmaba ¨Nosotros, conocemos el talento que hay en este sector, y cómo los ingenieros, los técnicos, los operadores, el personal, la fuerza de trabajo calificada que hay en este sector –que es uno de los que tiene fuerza de trabajo calificada en mayor dimensión en nuestro país-trabaja¨ y agregaba ¨también conocemos cómo han logrado mantener estas plantas en medio de esas situaciones, cómo todos los días se incorporan más de 300 MW de grupos que ya debían entrar en mantenimiento, y cómo esas cosas se van logrando precisamente con el talento de ustedes”.

En la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas no solo laboran hombres, sino también mujeres incluso en trabajo de soldadura; es una faena fuerte, intensa, en condiciones extremas, realizada generalmente a altas temperaturas, con ruidos más allá del permisible, prácticamente en tiempos como este las 24 horas.

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