En la Finca Santa Elena concurre la savia fértil de la tierra real y maravillosa: el cañaveral que registran los sones ejemplares, los árboles frutales que definen el alma del trópico. Allí tuvo un sitio la épica mambisa que conquistaba palmo a palmo la tierra donde plantar la bandera. También la Generación del Centenario en su cita con la historia.
El recuerdo cumple un itinerario en aquellos confines cercanos a Los Palos, en el municipio de Nueva Paz, en la actual provincia de Mayabeque. El historiador, escritor y profesor cubano Reynaldo Guerrero Guerrero, sostuvo que en aquella heredad de Mario Hidalgo-Gato González, colaborador del Movimiento, comenzó una etapa superior de prácticas de tiro, de desplazamiento, de protección, de acciones comando.
Presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) en Mayabeque, Reynaldo Guerrero Guerrero rememoró las prácticas precedentes en las azoteas de la Universidad de La Habana, en lomas cercanas a Jaruco, y en cierto punto próximo a Catalina de Güines.
Desde enero de 1990, Santa Elena se inscribe entre los sitios reconocidos para la historia local. El 19 de julio de 2014 fue declarada Monumento Nacional. Y aún se asienta en proyectos de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), donde el mundo fértil de sus entrañas resulta aún razón de identidad.