Lajas, Cienfuegos, Cuba- Betty Ponce Mora, de 60 años de edad, muy conocida en este municipio cienfueguero de Lajas, tiene una finca dedicada a entregar donaciones, principalmente pulpa y mermelada, a las casas de abuelos y a círculos infantiles del territorio lajero.
Junto con su hijo, Pedro Miguel Nodal, de 33 años de edad y el boyero Luis Quintana, ellos tres solitos se dedican a producir todo tipo de frutas, con más de doscientas matas de mangos, guayabas, uvas caletas, melón, y entre los cultivos varios: boniatos, yucas, plátanos, además del café que vemos en esta finca.
Trabajan en una extensión de 9.75 hectáreas ubicadas al norte de Lajas, a más de un kilómetro del centro del poblado, y con la novedad de que la mayor parte de los productos los regalan, y otros los ofertan los viernes en las ferias semanales.
“Mi hijo es un niño de la educación especial, afirma Betty, y por él fui hacia el campo para nunca cortarle las alas. Un joven que necesitaba esa amplitud de tener animales, estar en el medio ambiente, orientado por un médico, y nos fuimos a esta finca.
“Yo renuncié a mi vida de ciudad y acompaño a mi hijo en todas las cosas que él quiere. Es de las personas con un valor humano extraordinario, desea regalarlo todo y que nadie carezca de nada, si fuera por él nada se vendía, todo se regalaba”.
Ahí está Betty, miembro de la Federación de Mujeres Cubanas y madre ejemplar, quien lleva cinco años inmersa en crear una minindustria para producir conservas. Toda su vida laboró en Comunales ¿Cuántas horas trabajan hoy en la finca?
Exclama “Ah, sonríe 20,16, 12 horas. Mi día comienza a las 4:30 am y termina a las 10:00 pm”.
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