Los representantes de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) recibieron con beneplácito el regreso de Brasil al organismo regional, “Una Celac sin Brasil es una Celac mucho más vacía”, dijo el presidente argentino, Alberto Fernández, en la apertura de la VII cumbre celebrada en Buenos Aires.
“Brasil está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes, con un sentido muy fuerte de solidaridad y proximidad”, declaró el mandatario brasileño en su discurso en la Celac. “Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la Celac”, agregó.
Fernández ha llamado a fortalecer la institucionalidad y la democracia ante el avance de “una derecha recalcitrante y fascista” y ha puesto como ejemplos el asalto al Congreso de Brasil y el atentado fallido contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El anfitrión se ha posicionado en contra de los bloqueos económicos que sufren Venezuela y Cuba.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró el cambio de rumbo después de años en los que la voz de América Latina ha sido “cada vez menos escuchada”. Para el dignatario, la crisis climática ofrece una gran oportunidad para crear proyectos regionales, dada la importancia de la selva amazónica, el mayor pulmón del mundo, para combatirla y la capacidad de muchos países latinoamericanos para generar energías limpias.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, planteó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) impulse la creación de una zona de libre comercio regional, y criticó con tono injerencista a los países del grupo que supuestamente “no respetan la democracia ni los derechos humanos”.
Durante su intervención, el presidente chileno, Gabriel Boric, criticó el violento desalojo policial de los manifestantes acampados en la principal universidad de Lima: “Es inaceptable también que las universidades de América revivan las tristes escenas de los tiempos de las dictaduras del Cono Sur como sucedió recientemente con el violento ingreso de la Policía a la Universidad de San Marcos”. Boric subrayó que las muertes deberían “escandalizar” a los mandatarios latinoamericanos y se ha ofrecido para contribuir a una solución dialogada.
La cumbre finalizó con una declaración conjunta de varios puntos y el anuncio del sucesor de Alberto Fernández al frente de la Celac. El jefe del Estado caribeño de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, fue elegido por consenso. En una breve rueda de prensa, Gonsalves se mostró confiado en que el tamaño de su país no será un obstáculo para que la Celac tenga relevancia internacional.
Las autoridades destacaron la plena vigencia de la proclama sobre América Latina y el Caribe como zona de paz, remarcando su compromiso con la democracia, así como «el respeto a la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, y la defensa de la soberanía, así como la promoción de la justicia y el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales».
También reiteraron su compromiso con el avance en la unidad e integración regional política, económica, social y cultura, y seguir trabajando de forma conjunta por el desarrollo sostenible para enfrentar la crisis sanitaria y las consecuencias provocadas por la Covid-19.