embates de huracanes

La bondad resiste embates de huracanes

El paso del huracán Rafael dejará muchas historias que contar como siempre sucede tras el impacto de un evento hidrometeorológico. Las anécdotas tendrán los matices de quien las cuente y en ellas, habrá de seguro una carga de emoción, nostalgia, miedo, angustia o dolor. Sin embargo, Rafael ya dejó sus primeras huellas, al menos en la comunidad pesquera de Puerto Esperanza, último punto de la geografía pinareña que recibió los embates y furia de los vientos del huracán Ian, en septiembre de 2022.

Allí, en el barrio la Camorra, zona proclive a inundaciones por penetraciones del mar, dos mujeres cubanas de estos tiempos, brindaron su pequeña vivienda que sirvió de puerto seguro para familias con hogares vulnerables por el deterioro constructivo. Brunilda Rodríguez Ferrer de 71 años y Maybelin Díaz Rodríguez de 51 años.

Ya hemos pasado varios ciclones y hemos evacuado a otras  familias, es chiquita la vivienda pero compartimos todo lo que tenemos, así lo hicimos cuando Ian”, explicó Maybelin, al tiempo que atizaba el carbón para hacer una coladita de café colectiva.

Mi subsidio es pequeño, acota Brunilda, pero nosotras le damos cabida al que venga, porque somos humanos. Cuando sucede cualquier hecho de este tipo  hay que servir, ayudar, brindar lo que uno tiene. Yo siempre le digo a mi hija  que un ciclón no se puede llevar la bondad de nosotras.

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