Juventud se escribe con V, de versatilidad. Por eso, no sorprende que los más bisoños miembros de la Misión Médica Cubana en Venezuela sean el motor anímico y laboral de la colaboración antillana en la Patria de Bolívar y Chávez.
Así ocurre, por ejemplo, con Carlos Manuel Solano Lima, un joven técnico de Rayos X que ha cumplido ya 2 misiones en Venezuela.
“Mi primera misión fue en el 2016, como técnico de Rayos X, en el estado Portuguesa. Regresé en el 2019, para trabajar en Caracas, y tras un año, por necesidad de servicio, comencé a administrar el CDI, una labor que ya llevo ejerciendo por más de 2 años”.
Y, en efecto, Carlos Manuel impulsa el ánimo y la voluntad de sus compañeros del Centro de Diagnóstico Integral “Alberto Granados”. En ese sitio de la comunidad de El Limón, en la periferia de Caracas, el técnico de Rayos X apostó por la versatilidad y se hizo administrador.
“Me preparé para realizar bien este trabajo. El administrador es como el segundo al mando de la institución, pues se encarga de todo lo organizativo: la alimentación, las condiciones de vida y trabajo de los colaboradores, el control económico… y, hasta ahora, todo bien. He recibido inspecciones y auditorías, sin dificultades”.
Carlos Manuel confiesa que, a veces, extraña su departamento de Rayos X. “Es lo que me gusta y lo que sé hacer. Sin embargo, sé también que me necesitan en las tareas de administración, así que las realizo con total entrega”.
Juventud es compromiso, pero, sobre todo, alegría. Por eso hay gente como Carlos Manuel Solano, que combina con soltura trabajo y aficiones.
“Me presenté en el Festival Nacional de Artistas Aficionados y obtuve Mención Especial, en la modalidad de danza. En Cuba, formo parte de un grupo portador de danzas haitianas y aquí pude mostrar esa parte de mí y de nuestras raíces”.
Entre tanta actividad; entre aprendizaje, responsabilidades, baile y cuidados, Carlos Manuel Solano Lima no duda en afirmar que ha crecido en Venezuela.
“He aprendido muchas cosas. Estamos lejos de la familia, pero nos desarrollamos, nos hacemos mejores personas”.
Técnico de Rayos X, administrador, bailarín, motor anímico de sus compañeros. Carlos Manuel Solano Lima es, junto a otros miles, uno de esos noveles pilares de la colaboración médica cubana en Venezuela; uno de los que confirma que Juventud se escribe con V, de versatilidad.
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