Al incorporar la vacuna Pneumosil al esquema de vacunación regular, al arribar los lactantes a los 2 meses de edad en todo el territorio nacional, Cuba contribuye al control de la enfermedad neumocócica en el país.
Así explicó en conferencia de prensa la doctora Lena López Ambron, directora del Programa Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Detalló que el próximo 9 de septiembre iniciará la aplicación de la vacuna antineumocócica Pneumosil-10, dirigida a la protección de los niños menores de un año contra diez serotipos de neumococo, y que el objetivo es lograr la disminución y control de la enfermedad neumocócica invasiva.
“Se trata de una enfermedad causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae (también denominada neumococo) – precisa la doctora- que puede producir enfermedad neumocócica invasiva, principalmente cuadros graves de meningitis aguda, neumonía o sepsis (infección de la sangre). Se transmite de persona a persona a través de gotas y secreciones respiratorias (al toser o estornudar) y en gran parte de la población, sobre todo en los niños, puede ser portadora de la bacteria en nariz y garganta sin presentar síntomas, pero que también pueden contagiar”.
La directiva expuso que teniendo en cuenta que se comenzará a vacunar el 9 de septiembre del 2024, será necesaria una campaña de puesta al día de todos los nacidos vivos del 1 de enero del año en curso a la fecha. “Por lo que se vacunarán todos los nacidos vivos entre el primero de enero y hasta el 30 de junio del año en curso, que representan cerca de 27 mil lactantes”. De igual forma se vacunarán todos los nacidos vivos que a partir del mes de julio arriben a los 2 meses (edad establecida para la primera dosis en el esquema de vacunación).
“En todos los casos se respetará el intervalo de dos meses entre la primera y la segunda dosis y de siete meses entre la segunda y la dosis de refuerzo”, refirió.
En sus valoraciones manifestó que la Vacuna Pneumosil, protege contra los serotipos: 1, 5, 6A, 6B, 7F, 9V, 14, 19A, 19F y 23F, y fue precalificada por la OMS en enero de 2020. Complementa que para su mayor efectividad se trabajará de forma coordinada en la atención primaria y otras áreas involucradas del sistema de Salud, así como con las facultades de Ciencias Médicas y actores sociales en los municipios.
Existe un riesgo muy reducido de tener reacciones alérgicas ante esta vacuna, resalta López Ambron, que aborda además la posible aparición de leves efectos secundarios como molestias musculares, enrojecimiento o inflamación en el lugar del pinchazo, fiebre o febrícula después de la vacunación.
Para adquirir la vacuna, el Ministerio de Salud Pública ha contado con el apoyo financiero de la Alianza GAVI, la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización, y con el apoyo técnico de la OPS/OMS. Organismos que en los últimos meses han apoyado la realización de talleres de capacitación con vistas a la preparación del personal sanitario, comunicadores y promotores de Salud en Cuba.
Por último, la directora del Programa Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud Pública, subrayó que la vacunación es una responsabilidad compartida que requiere el apoyo de la población, y que fortalece la Salud de los cubanos para asegurar un futuro mejor para todos.
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