El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, inauguró este jueves al filo del mediodía en la ONU, la reunión anual de cancilleres pertenecientes al G-77 y China, mecanismo de concertación del cual Cuba es Presidente protémpore.
En el evento -que contó con la asistencia de Dennis Francis, Presidente del 78 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas y Amina J. Mohammed, vicesecretaria general del organismo internacional- el dignatario destacó que 9 meses han transcurrido desde que Cuba asumiera la presidencia del G-77 y China, periodo marcado por procesos de negociación retadores y arduas jornadas sin descanso.
“Intensas labores nos han precedido”. aseguró, y en medio de la vorágine de esas jornadas, dijo, “una convicción nos sostiene: hemos permanecido unidos y en el camino hemos hecho sentir nuestra voz como una sola”.
Múltiples han sido las negociaciones que se han llevado a cabo sobre los más diversos temas, y en ellas, así como en otros tantos procesos llevados adelante por el Grupo, reconoció Díaz-Canel, “hemos sido capaces de articularnos de manera estratégica en defensa de nuestras posiciones y legítimos reclamos en beneficio de nuestros pueblos”.
En intervención ante los jefes de la diplomacia de los países que integran el mecanismo, el Jefe de Estado cubano aprovechó para destacar la cumbre de líderes del G-77 y China, que tendrá lugar el próximo 2 de diciembre en el marco de Conferencia de Naciones unidas para el Cambio Climático (COP28) , con sede en Dubái.
Específicamente acerca de la COP28 refirió que “esta iniciativa, inédita en el marco de una Conferencia de las partes nos permitirá debatir al más alto nivel y articular posiciones de cara a las negociaciones climáticas”.
Un reclamo permanente del grupo, la batalla por cambiar el injusto insostenible orden internacional está próxima a cumplir su 50 aniversario, luego de que en 1974 se aprobara la declaración y el programa de acción sobre el establecimiento de un nuevo orden económico internacional, subrayó el dignatario antillano.
“Para Cuba este reclamo permanente de nuestro grupo no ha estado guiado únicamente por la defensa de los legítimos derechos económicos del sur, ha sido también parte de la lucha por la dignidad de nuestros pueblos y el derecho a ser tratados como iguales”.
“Nuestras naciones -subrayó-, no pueden seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de nominación que emplean las deudas, la arquitectura financiera actual y las medidas coercitivas unilaterales para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del sur”.
Con ejemplos concretos el mandatario demostró las consecuencias que el injusto contrato global ha dejado a nuestras naciones, recordó que se han multiplicado la inestabilidad, la especulación y el intercambio desigual, a lo que se agrega ahora la crisis multisistémica agudizada por la pandemia; los progresos para poner fin a la pobreza extrema en el mundo han retrocedido de tres a cuatro años; los países más pobres han tenido que destinar cuatro veces más recursos al servicio de la deuda que a la Salud Pública; en tanto 1% más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde el 2020 a nivel global.
“No ha existido una respuesta internacional coordinada para hacer frente a los problemas antes mencionados”, valoró Díaz-Canel.
“A nuestro grupo le corresponde desempeñar un importante papel en ese escenario, como portavoz legítimo de las posiciones del sur. Ante retos monumentales que hoy se ciernen sobre nuestros pueblos resulta más urgente que nunca el logro de consensos, la reflexión constructiva, la unidad de ideales, la alineación del pensamiento al servicio de diseño y promoción de un nuevo orden económico internacional”, reflexionó.
En poco menos de 6 minutos el Primer Secretario del Comité Central del Partido convidó a lograr consensos, a la reflexión constructiva, a la unidad de ideales, a la alineación del pensamiento, al servicio de diseño y promoción de un nuevo orden económico internacional.
Al concluir la intervención el Presidente del G-77 y China deseó una productiva reunión a los cancilleres del mecanismo, a la altura que demandan los tiempos actuales.
Además pidió a los diplomáticos abrazar “los principios fundacionales que dieron vida a esta agrupación heterogénea y representativa de naciones, trabajemos”.
“Para Cuba será la expresión del deber cumplido, añadió, para el grupo representará un paso invaluable en el camino hacia la consecución de nuestras aspiraciones como naciones en desarrollo”.
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