No dejo de pensar cuando al filo de las cinco de la tarde del cinco de marzo de 2013 atravesando la ciudad de Palma Soriano rumbo al serrano municipio del Tercer Frente, sonó el celular con la desgarradora noticia.
“Carlos murió Chávez lo están informando en Telesur”, era la voz de mi cuñado, sabedor de la admiración que profeso a este hombre que ha dejado a lo mejor de la humanidad sin consuelo.
No hablé más hasta llegar a la Emisora Triple M Oriental y al Complejo Histórico en el poblado de Cruce de los Baños, donde varios de sus trabajadores nos recibieron con lagrimas en los ojos.
Integrando el equipo de prensa de Cuba en el 2004, lo conocí el 29 de enero en el Palacio de Miraflores, en ocasión del primer encuentro entre intelectuales cubanos y venezolanos celebrado en Caracas, donde nos tomamos varias fotos.
Era mi cumpleaños y al saberlo me invito a escuchar el Alpa en la cena preparada para la ocasión del intercambio con los intelectuales.
Hacía varios días, dos ciclones habían azotado el occidente cubano y bromeaba con el entonces ministro de Cultura Abel Prieto, diciéndole que “Fidel me ha contado que estos fenómenos repiten su paso por Pinar del Rió porque allí no le hacen caso”.
En noche lluviosa del 19 de mayo de ese mismo año y en ocasión de la reapertura de la Casa “José Martí”, en Caracas, nos volvimos a encontrar y entonces fue más animada la informal conversación ante la presencia de nuestro entonces embajador en Venezuela Germán Sánchez.
¿Qué trabajos estas haciendo? ¿Dónde están alojados? ¿Cómo lo están atendiendo? Respondidas todas sus preguntas, volvió a interrogar: ¿De qué parte de Cuba eres? De Santiago comandante, le respondí con orgullo… “Ah, pues mira, le he dicho a Fidel que quiero ir a Santiago de Cuba para visitar el cuartel Moncada”, me comentó con su proverbial carisma y sinceridad, al tiempo que volvía a extenderme la mano y daba unas palmadas en el hombro, solicitando le enviara una muestra de los trabajos que estaba realizando, pedido que de inmediato cumplí al día siguiente.
Como el momento era oportuno, le pedí una entrevista para publicar el 2 de junio en ocasión del Aniversario 20 del programa Haciendo Radio de nuestra emisora y que ésta podía ser grabada con anticipación, a lo que asintió gustoso, pero rechazando la idea de que fuera grabada porque “en vivo me comunicaré más directo y podré trasmitirle todo mi aprecio y agradecimiento a Fidel y al pueblo cubano”.
En la madrugada del dos de julio me despertó una llamada informándome que el presidente Chávez estaba listo para la entrevista solicitada para la Radio Rebelde de Cuba.
Corridos los tramites de rigor, a las ocho en punto entró como un cañón el Comandante Presidente al programa Haciendo Radio, donde sin hacerse referencia al contexto de la gestión periodística realizada el 19 de mayo en Caracas, se logro por primera vez el dos de junio del 2004, el contacto radial en vivo del líder bolivariano con los cubanos que le admiran.
Durante el año 2004 lo vimos sortear con valentía y sabiduría las trampas, provocaciones, agresiones y guarimbas orquestadas por la oligarquía opositora y sus cómplices foráneos, brillando en el referendo revocatorio realizado el 15 de agosto de ese año, donde obtuvo otra resonante victoria electoral.
“Avivan las candelas el fuego barinés y el sol de la victoria ya alumbra en Santa Inés”; imposible olvidar esta estrofa de la canción que solía repiquetear en esa campaña, que con criollismo sin par, hace referencia a su origen llanero en la parte de la tierra venezolana que lo vio nacer.
El privilegio de la profesión me permitió verlo esplendoroso mostrando su sabia inteligencia en la Cumbre Iberoamericana celebrada el año 2000 en Panamá, donde el terrorista Luís Posada Carriles intentó volar con poderosa carga explosiva de C-4, el Paraninfo de la universidad panameña donde hablaría Fidel.
También en la de Babaro, Republica Dominicana en el 2002, o en la de la Unión Europea, América Latina y el Caribe en mayo del 2006 en Viena, y otros importantes foros internacionales donde digno, radiante y refulgente, demostró la habilidad de su oratoria, la que sabiamente combinaba con acertadas y sorpresivas frases, como aquella donde calificó de alcohólico a Bush, y merecidamente en otra ocasión, “Cachorro del Imperio” llamó al presidente mejicano Vicente Fox.
El 22 de diciembre del 2007 Chávez visitó Santiago de Cuba donde tuvo un recibimiento tan clamoroso, como el que pocos se han tributado aquí a un Jefe de Estado; y fue al salir de la antigua fortaleza del Moncada, donde utilizando un ardid periodístico, logré contactarlo: ¿Dime como estas? Preguntó y respondí: ¿Eso es lo que quiero saber de Usted comandante? “Te dije en Caracas que vendría a Santiago, al cuartel Moncada y aquí estoy”. Nos alegramos mucho, pero coméntenme sobre el recibimiento, inquirí… “No merezco tanto, tienen un pueblo maravilloso…”
Y es ese el pueblo que al cumplirse éste cinco de marzo once años de su muerte exclama:
¡Honor y Gloria al valeroso y osado Comandante!