El candidato peronista Sergio Massa (36,7%) y el ultra Javier Milei (30%) ganaron este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas con el 98% de las papeletas escrutadas. La derechista Patricia Bullrich (23,8%) se ha hundido en sus intenciones de ganar los comicios en los que 25,9 millones de personas, el 74% del padrón, participaron.
La asistencia a las urnas cayó siete puntos respecto de las presidenciales de 2019. Los argentinos también han elegido este domingo diputados, senadores y parlamentarios del Mercado Común del Sur (Mercosur), las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Catamarca han decidido su gobernador y la ciudad de Buenos Aires, su jefe de Gobierno.
Sergio Massa
Massa logró recuperar la confianza de los argentinos para esta primera vuelta electoral, y logró sacar más de 6 puntos de ventaja aMilei, que era el favorito de las encuestas.
Desde la sede su partido en Buenos Aires, el ministro de Economía convertido en candidato presidencial agradeció a los «casi 8 millones de argentinos» que depositaron su confianza en él.
«Quiero poner punto final a la idea de la destrucción del otro, del amigo-enemigo. Si algo quedó en claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa el 10 de diciembre en mi gobierno», expresó el candidato de Unión por la Patria.
En una referencia indirecta a su contrincante en el balotaje del próximo noviembre, Massa mostró su rechazó a que los estudiantes lleven «armas en la mochila» y a la propuesta de desmantelar la educación pública.
«Todavía quedan 30 días. El 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que abrace a todos o el país del sálvese quien pueda (…) Cuenten conmigo, cuento con cada uno de ustedes», sentenció.
“Voy a convocar a un Gobierno de unidad nacional como presidente, convocando a los mejores sin importar su fuerza política”, ha añadido desde el centro de campaña en el barrio porteño de Chacarita, y ha enumerado algunos de “los pilares de políticas de Estado” que propone como fundamentales de ese gobierno: “una industria argentina fuerte”, “más y mejor educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva”, “un régimen laboral moderno que abrace la tecnología sin renunciar a derechos conquistados”, concluyó.
El ultraderechista Milei
A pesar de sus encontronazos en los debates presidenciales previos a la elección, Milei fue cauteloso en referirse al grupo político encabezado por Patricia Bullrich, Juntos por el Cambio, felicitando a Jorge Macri, hermano del expresidente Mauricio Macri, por su victoria en la Ciudad de Buenos Aires, además de hacer una apelación indirecta a la base electoral de dicho partido.
Su discurso y estilo de hacer política le han valido muchas comparaciones con líderes como el brasileño Jair Bolsonaro o el estadounidense Donald Trump.
Entre las principales propuestas de Milei destaca un recorte radical en la inversión pública y una bajada de impuestos, y uno de sus planes es reducir la actual estructura gubernamental que incluye 16 ministerios, a más de la mitad, dejándola en solo 8 carteras. También ha causado polémica su idea de dolarizar la economía argentina y eliminar el Banco Central, así como su defensa al derecho de portar armas de fuego. Algunas de sus declaraciones más controvertidas incluyen calificar el calentamiento global como «una mentira» o minimizar los crímenes de la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.