Por Daniela Zaldivar Alfonso
Luchar por la verdad y la justicia fue uno de los primeros y más grandes retos que le tocó asumir con solo 15 años de edad, José Luis Cuza Téllez de Girón es uno de esos valientes que escribió las páginas de nuestra historia al formar parte de las filas del Movimiento 26 de Julio.
Setenta años después de los sucesos del Moncada, resulta muy grato conversar con él y rememorar aquel momento histórico, que él mismo cuenta con orgullo por haber servido a la patria y a todo un pueblo que vivía bajo opresión.
Sin esperarlo sus anécdotas se convirtieron en el hilo conductor de una historia escrita y hablada en primera persona, por alguien que se volvió, sin esperarlo, uno de los principales protagonistas de la historia de la naciente Revolución cubana.
Inicié mi vida revolucionaria en los movimientos creados en Santiago de Cuba por Pepito Tey, Agustín Navarrete y Emiliano Rodríguez. Después de ser la Organización Revolucionaria Nacional pasamos a formar parte del Movimiento 26 de Julio, creado por el doctor Fidel Castro Ruz en el año 1955.
¿Sintió miedo en algún momento?
Miedo, claro que sentí miedo, el ser humano siente miedo, lo que pasa es que el deber se impone, siempre, si tu no dejas que el deber se imponga siempre y te gana el miedo, te perdiste.
¿Cuál fue el reto más difícil que usted tuvo que asumir?
Todo es un proceso en la vida, la vida es un proceso, no solamente en el camino de la revolución. Si tú me preguntas en mi vida de revolucionario, el reto más difícil fue quedar bien con mi jefe, mi maestro Pelito Tey.
El reto de cumplir bien con las tareas de la revolución, con el pueblo de Cuba que es tan luchador y trabajador. Tuve también responsabilidades altas porque con 18 años de edad Raúl Castro me asciende a capitán del ejército rebelde. Me dio la tarea de dirigir más de mil combatientes y fue una gran responsabilidad que sentí siempre.
¿Cuál es el mensaje qué usted le dejaría a la nueva generación?
A la nueva generación que siga haciendo revolución, esta revolución no ha parado porque todavía tenemos un programa del Moncada que cumplir, el programa de Antonio Guiteras y pensamiento de los próceres como José Martí.
Ese mensaje de José Martí que quiso un hombre nuevo para la república, una república con todos y para el bien de todos, ese es el mensaje de amor que nos llega del Apóstol.
La participación de todos es la obra de la Revolución, no marginar a nadie, que la juventud aporte, cree y luche, que constituya la defensa de la familia porque un familia digna hace una sociedad digna. Hay que seguir luchando, la vida es lucha.
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