Con 134 estados miembros que representan dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y el 80 por ciento de la población mundial, el Grupo de los 77 y China es el mecanismo de concertación más amplio y diverso de la esfera multilateral.
«Se trata de la agrupación de Estado más grande del Planeta, con ciento treinta y cuatro miembros; pero es un grupo dispar y diverso en el que confluyen varias ideologías y diferentes visiones del mundo. Esto ha contribuido a que, en las últimas décadas, al Grupo le resulte difícil llegar a acuerdos sobre los problemas más acuciantes, y que sus decisiones se basen en los mínimos que se pueden alcanzar, y no en la verdadera solución de los problemas centrales y radicales que afectan a sus integrantes».
El experimentado diplomático cubano Abelardo Moreno Fernández, asesor del ministro de Relaciones Exteriores, describe así a este bloque de países, al que Cuba se incorporó en 1971, pese a que el Grupo había sido creado en 1964.
En esa época de la historia, el gobierno de Estados Unidos, en sus intentos de destruir a la Revolución cubana, había logrado el aislamiento continental de la isla caribeña, con la honrosa excepción de México.
Al analizar el escenario actual, Moreno considera que durante todos estos años han existido varios factores que han incidido, desfavorablemente, en que el Grupo de los 77 más China pudiera alcanzar plenamente sus objetivos de cooperación.
«Hay varios factores que han incidido en esta situación. Históricamente se ha podido constatar que los intentos de desarrollar un verdadero diálogo norte-sur habían fracasado».
«De nuevo, Estados Unidos: el principal factor para bloquear los objetivos del Grupo de los 77 de desarrollar un diálogo norte-sur fuerte, que resolviera problemas concretos, fue Estados Unidos. Esta falta de progreso en el diálogo norte-sur llevó a que el Grupo de los 77 empezara a centrarse cada vez más en la cooperación Sur-Sur, que no podía ser neutralizada directamente por los países industrializados de occidente; pero encontró muy serios obstáculos».
Abelardo Moreno, con su característico hablar pausado, extraordinaria memoria y un impresionante conocimiento acerca de los temas multilaterales, reflexionó acerca de los innumerables obstáculos que ha tenido que sortear, durante décadas, el Grupo de los 77 más China:
Entre ellos, la brecha tecnológica en los sistemas internacionales monetario, financiero, comercial y de asistencia al desarrollo que benefician a los países del norte; así como la falta de infraestructura de comunicación y financiación, para realmente promover una relación comercial Sur-Sur.
«Yo me he querido centrar en estos elementos de la historia del Grupo de los 77, para ilustrar los enormes desafíos que Cuba ha tenido que enfrentar para presidir el grupo en las complejas circunstancias actuales».
Abelardo Moreno resaltó que, desde el pasado mes de enero, Cuba asumió por primera vez la Presidencia pro tempore del Grupo de los 77 más China: «La gestión cubana tiene durante todo este año un panorama difícil marcado por la crisis generada por la COVID-19, los conflictos bélicos y sociopolíticos internacionales, el déficit de materias primas y de bienes de consumo, el incremento en el precio de los alimentos, y aun así, aun así dentro de este contexto tan desfavorable, tiene que trabajar para el cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Para el año de su gestión, Cuba se trazó objetivos muy claros».
Fomentar la solidaridad y la cooperación internacional entre las naciones en desarrollo, en el difícil escenario tras la pandemia de la COVID-19, ha sido uno de los grandes desafíos para la Presidencia cubana.
«Uno de los principales retos que Cuba ha tenido que enfrentar durante este año es convertir a la cooperación Sur-Sur, la cooperación entre nosotros, y triangular, en un instrumento que sea verdaderamente eficaz para promover el desarrollo de los países subdesarrollados; y al mismo tiempo, exigir que los países desarrollados cumplan cabalmente con sus responsabilidades mediante el fomento de la cooperación norte-sur, cosa compleja en la actual coyuntura. A pesar de este marco difícil, a pesar de estas condiciones complejas, Cuba ha logrado avanzar, y así lo reconocen muchos países miembros del Grupo de los 77».
Durante los meses transcurridos en el presente año, Cuba -en calidad de país Presidente del Grupo de los 77 más China- ha participado en importantes foros internacionales, algunos de ellos celebrados en La Habana, con el compromiso de hacer avanzar los intereses comunes del sur, según afirmó el diplomático cubano Abelardo Moreno, quien también ofreció un adelanto de la Cumbre del Grupo que se organiza en La Habana, para realizarse en este mes de septiembre.
«Lo más importante es lo que viene. Los días 15 y 16 de septiembre de 2023, auspiciada por Cuba en su calidad de presidente del Grupo de los 77 más China, tendrá lugar en Cuba una Cumbre, una reunión al máximo nivel sobre ciencia, tecnología e innovación, que como ustedes saben es un tema capital en la actual coyuntura».
Abelardo Moreno Fernández y el reconocido político y diplomático Ricardo Alarcón de Quesada, fueron los dos primeros cubanos que participaron en una reunión de este mecanismo internacional, cuando comenzaba la década del setenta, en el pasado siglo.
Personalidad imprescindible de la diplomacia revolucionaria, quien fuera durante casi 20 años viceministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, entre otras innumerables responsabilidades desempeñadas en el servicio exterior, Moreno evocó al Comandante en Jefe Fidel Castro y algunas de sus reflexiones sobre el papel del Grupo de los 77 más China.
«Dijo Fidel y cito: El Grupo de los 77 necesita de una reflexión colectiva sobre cómo enfrentar las nuevas realidades mundiales para tener acceso al desarrollo, erradicar la pobreza, defender las culturas y ocupar el lugar que le corresponda en la toma de decisiones globales que a todos afectan (…) Nuevos conflictos y crecientes desigualdades requieren de una negociación, en la cual nuestra capacidad de concertación como Grupo de los 77 y una conducta negociadora inteligente, flexible y con firmeza en los principios, son condición indispensable para lograr un diálogo norte-sur renovado y capaz de estar a la altura de los inmensos desafíos globales que enfrenta la humanidad, en especial el de la necesidad de globalizar el desarrollo sobre bases sostenibles, de preservación del medio ambiente y equidad social».
«Esto lo dijo Fidel hace 23 años, y me pregunto, ¿no sigue estando vigente?», concluyó Abelardo Moreno.