Uno de los términos que más representa a manera de símbolo la valentía y el patriotismo del pueblo cubano es la palabra Mambí.
Según Fernando Ortiz, “mambí” es una palabra de origen bantú, con un significado despectivo.
Significa insurrecto, bandido, criminal, revoltoso e infame.
Este término (símbolo de arrojo y lucha para nosotros) fue utilizado por los españoles para referirse a los insurgentes dominicanos, primero, y luego a los cubanos.
Sin embargo, en el imaginario del cubano esta denominación se tradujo además en el uso de determinados objetos materiales, tales como el machete, el sombrero y otros elementos utilizados por los mambises.
Poemas, relatos, obras historiográficas, monumentos y canciones han perpetuado la presencia mambisa en nuestras memorias; ejemplo de ello es la criolla El Mambí, compuesta por el mambí Luis Casas Romero en 1912.
No es casualidad que Ignacio Agramonte llamara a su caballo Mambí y que su hijo Ernesto Ignacio, nacido de su amor con Amalia Simoni en territorio de Cuba libre, tuviera como apodo El Mambisito.
Al término de la guerra en 1898, se hicieron muchas alabanzas a los mambises, destacando los valores que este cuerpo armado representaba.
Muestra de ello es la marcha triunfal llamada Homenaje a la bandera cubana, que fuera dedicada a Marta Abreu, con letra de Manuel de Mustelier y música de Antonio Rodríguez Ferre.
Otro ejemplo contemporáneo y muy conocido que ratifica el valor simbólico de la figura del Mambí nos llega en la voz de nuestra Celina González cuando cantó…
“Yo soy el punto cubano que en la manigua vivía cuando el mambí se batía con el machete en la mano”.
Y gracias al talento del cineasta Juan Padrón, los niños cubanos de fines del siglo XX e inicios del XXI tienen en las historietas del mítico Elpidio Valdés la más atractiva manera de llamar a atención sobre los altos valores patrióticos y morales que posee un símbolo.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia. No te quedes, ven con nosotros.