El 10 de octubre de 1868 se iniciaron las guerras por la independencia en Cuba las que dieron origen a nuevas personalidades trascendentales para nuestra historia.
Las revoluciones tienden a generar muy rápidamente referentes simbólicos por la carga transformadora que les acompaña, más aún cuando ese proceso está colmado de actos heroicos que ponen en un primer plano los mejores valores del ser humano en cuanto a capacidad de sacrificio, generosidad, patriotismo y valentía personal, entre otros atributos que definen al héroe en el imaginario colectivo.
Más allá de las imperfecciones humanas, de los problemas que pueden estudiarse en esas contiendas y de sus contradicciones, la historia selecciona aquello que valida el símbolo para su trascendencia.
La épica de las revoluciones se extiende a lo largo del tiempo como valor esencial del pueblo. La primera de nuestras guerras de independencia. La iniciada en 1868, (conocida por Guerra de los Diez Años) y la Guerra del 95, fueron la causa para el surgimiento de grandes de nuestra historia que han trascendido hasta los días de hoy en la memoria del pueblo cubano.
El mayor símbolo nacido de aquellas contiendas fue el mambisado, como resumen del grupo de combatientes por la independencia, al que se identifica con el heroísmo sin límites, con la disposición a dar la vida por la patria.
Esa representación ideal de los mambises ha resistido el paso del tiempo para arraigarse en el imaginario del cubano.
Incluso existieron periódicos en la manigua durante la guerra contra el colonialismo español cuyos nombres representaron altos valores simbólicos, uno de ellos se llamó El Mambí, nombre que proyectó un simbolismo temprano.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia.
No te quedes, ven con nosotros.