Prosiguiendo el paso de la historia, tras la huella de sus grandes símbolos, tenemos figuras que se destacaron y asumieron contornos épicos para convertirse en depurada representación de altos valores patrióticos desde su individualidad.
José Maceo, conocido como El León de Oriente; Vicente García, El León de Santa Rita; Antonio Maceo, El Titán de Bronce (Antonio Maceo), entre otros apelativos similares, constituyen los más trascendentales homenajes de reconicimiento y admiración por lo que hicieron por Cuba.
Cuando se creó el Partido Revolucionario Cubano en 1892, los clubes o asociaciones que lo integraron tuvieron por nombre lugares y batallas trascendentales, pero principalmente se hicieron llamar por los nombres de figuras que habían protagonizado esos actos heroicos, ya estuvieran muertas o vivas.
En 1880, José Martí habló por primera vez a la emigración patriótica en Nueva York y destacó cómo aquellos emigrados bautizaron a sus hijos, (según él), “con el nombre de nuestros héroes más queridos, de nuestros mártires, de nuestros inválidos.
Es sabido que Máximo Gómez, en su Diario de Campaña, mencionó algunos de esos referentes simbólicos cuando, en abril de 1898, veía cerca la derrota española. Él escribió lo siguiente:
Porque el espíritu de los antiguos héroes, sus víctimas, y de los modernos; Hatuey, Caonabo, Guatimosín, Céspedes, Martí, Agramonte, y los Maceo. se ciernen sobre la infeliz Cuba que lucha por su libertad, con fe profunda en la justicia de su causa.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia. No te quedes, ven con nosotros.