Un cubano llamado Fernando Figueredo, quien estuvo al lado de Céspedes y pasó toda la Guerra de los Diez Años en el campo de batalla, pronunció conferencias entre 1882 y 1885 ante la emigración cubana de Cayo Hueso reconstruyendo los momentos vividos al lado del Padre de la Patria.
Esas conferencias fueron después reunidas y publicadas, por tanto, sus apreciaciones influyeron en la imagen que se construía de aquella gesta y de sus protagonistas.
Fernando Figueredo llamó a Céspedes “el héroe de Yara”. La manera serena y digna con que Céspedes recibió la noticia de su democión como presidente de la República en Armas le hizo decir:
“Se acordó, sin duda, de que era un gran hombre y que como tal, debía sufrir con entereza las contrariedades de la fortuna”.
Fernando Figueredo destacó el ejemplo de grandeza que estaba dando Céspedes en situación tan difícil.
José Martí dedicó numerosas páginas a describir a Céspedes y analizar su conducta. En no pocas de ellas lo hizo conjuntamente con la figura de Ignacio Agramonte.
Lo calificó como “volcánico”, “irascible y de genio impetuoso”, ante lo que destacan estas palabras del propio Céspedes: “Entre los sacrificios que me ha impuesto la Revolución el más doloroso para mí ha sido el sacrificio de mi carácter”.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia…