Volviendo a los estudios que, sobre los símbolos patrios, realizara la doctora en Ciencias Históricas Francisca López Civeira, el Himno Invasor, creado por Enrique Loynaz del Castillo, (que data de los tiempos en que las tropas mambisas realizaba aquella hazaña en 1895), muestra a figuras insignes de aquel momento en la imagen de quien lo escribía, así como los objetos que identificaban al mambí. Y su letra así lo señala.
“De Martí la memoria adorada nuestras vidas ofrenda al honor y nos guía la fúlgida espada de Maceo, el Caudillo Invasor. Alzó Gómez su acero de gloria, y trazada la ruta triunfal, cada marcha será una victoria: la victoria del Bien sobre el Mal, a la carga escuadrones volemos, Que a degüello el clarín ordenó, los machetes furiosos alcemos, ¡Muera el vil que a la Patria ultrajó!”
Al final de la guerra del 95, la inspiración popular también concentró en determinados héroes de la historia patria la evocación de aquella gesta heroica. Aquel himno se llamó “A los mártires cubanos” y así decía…
“Creo en Martí que a Cuba ha libertado,
creo en Maceo y en el viejo chino
y en los demás que han muerto en su destino,
después de las mil cosas que han pasado.
“Creo en Calixto García por lo templado,
En que toman las cosas buen camino,
Y en que es Weyler más malo y asesino
Que aquel Nerón romano tan mentado.
Máximo Gómez, Maceo,
Calixto García y Martí,
Vinieron a tiempo aquí
Veloces como el deseo.
Sin pensar en devaneo
Para conquistar la gloria,
Anhelando la victoria
De esta tierra prepotente
Escrita con sangre ardiente
Las páginas de su historia».
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia. No te quedes, ven con nosotros.