Prosiguiendo por los caminos de la historia de la mano de la profesora universitaria Francisca López Civeira, cuando se produce en España la llamada “Revolución de Septiembre”, que destronó a Isabel II, y en Puerto Rico el “Grito de Lares”, se crea un contexto favorable, a lo que se sumó la llegada de un telegrama del Capitán General con orden de detención para Céspedes, Francisco Vicente Aguilera, Perucho Figueredo, Francisco Maceo Osorio y otros conspiradores.
Ismael de Céspedes y Yero, sobrino de Céspedes, lo recibió el 8 de octubre de 1868 y lo informó de inmediato y esto precipitó la acción.
Carlos Manuel de Céspedes fue el de la iniciativa, el que decidió en ese momento, quien hizo nacer ese día la nación independiente y fue así que en la noche del 9 al 10 de octubre de 1868, se reunieron en el ingenio Demajagua varios conspiradores y Céspedes redactó el “Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba”.
En la mañana del 10 de octubre se pronunciaron, con lo que dio comienzo la guerra por la independencia. Al día siguiente se producía el primer hecho de armas: el ataque a Yara.
Independientemente de que no se pudo tomar el poblado, fue la acción que identificó en el imaginario popular el movimiento del 10 de octubre. Cuando se dispersaron ante el fuego enemigo, Céspedes tuvo una expresión que ha quedado también en la memoria colectiva: “¡Aún quedamos doce hombres; bastan para hacer la independencia de Cuba!”
Estas palabras han sido reiteradamente recordadas, es de las frases famosas en la historia de Cuba como muestra de la decisión y la voluntad de vencer en circunstancias adversas.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia…