Cuando se piensa en la historia que hemos vivido, conocemos de grandes hombres que han influido favorablemente en el curso de la vida de nuestra nación.
También existen símbolos que encarnan conductas reprobables, rechazadas por su negatividad dentro de la moral de la época que se convierten en referentes para identificar lo no aceptable, lo condenable y lo repudiable por la sociedad.
Algunos de estos referentes perduran en la memoria de la sociedad durante largos períodos de tiempo.
Las construcciones simbólicas se extienden también a objetos, lugares, fechas y atributos, que se convierten en representaciones de los valores que identifican a un grupo humano o de lo que esa comunidad rechaza.
En este podcast, te mostraremos la impronta de aquellas personalidades que fueron convirtiéndose en símbolos de lo mejor del pueblo cubano a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días y también, en algunos casos notables, su contrapartida.
Generalmente, se trata de figuras que tuvieron un lugar importante en las luchas sociales en los siglos XIX y XX, aunque algunas precedieron esos períodos tan convulsos.
Los procesos revolucionarios aportan una importante carga simbólica a los pueblos, por lo que es natural que emane de esos momentos la mayor cantidad de figuras trascendentales.
Muchas de estas figuras, dada la influencia que tuvieron, fueron utilizadas por los grupos de poder para legitimarse, por lo que se les despojó de la esencia transformadora de su pensamiento y acción, para convertirlos en figuras rígidas, de manera tal que sirvieron como fuerza de un poder ajeno a lo que en realidad quisieron representar.
Ejemplo de esto fue la expresión de un cantor popular que, en la década de los años 50 del siglo XIX, expresó el sentir profundo tanto en lo individual como en lo social cuando expresó:
“Aquí falta, según veo, un nuevo gesto mambí, la palabra de Martí o el machete de Maceo”.
Recuerda que estamos en la marcha junto a los grandes de nuestra historia.
No te quedes, ven con nosotros…