La historia natural en Cuba abre sus páginas en el tiempo, a manera de tributo al hombre que dispuso una cátedra perpetua en el justo centro del ecosistema nacional. La academia, el museo, el ensayo, recuerdan por estos días al autor de Compendio de Geografía de la Isla de Cuba y del tratado Ictiología cubana, a 225 años de su nacimiento en La Habana.
El libro Felipe Poey y Aloy. Obras, constituye hasta hoy el más completo estudio biográfico sobre el relevante científico de la enorme trascendencia, de la hermosa inspiración. Ante alguna que otra referencia que pretende negarle su condición de cubano, la autora de ese ensayo, la investigadora, escritora y pedagoga cubana Rosa María González López, lo recuerda como el bardo de la naturaleza de la Patria.
Especialista de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, la profesora Rosa María González López, significó puntualmente la intervención de Felipe Poey y Aloy ante sus compañeros de la Sociedad Económica de Amigos del País en mayo de 1856, vigente y útil en las guías de arborización para calles, alamedas y plazas de las ciudades cubanas.
La reconocida académica calificó de “Poey de estos días”, ese esbozo recogido en el primer tomo de Repertorio Físico y Natural de la Isla de Cuba, publicado recientemente con el título Especies de la Flora que son idóneas para el Arbolado Viario en Cuba, con algunas notas sobre su linaje cultural.
Autor de una prolífica obra sobre la naturaleza cubana, Felipe Poey y Aloy nació en La Habana el 26 de mayo de 1799, y falleció en la propia ciudad a la edad de 91 años el 28 de enero de 1891.
La catedrática cubana Rosa María González López es la autora del libro Felipe Poey y Aloy. Obras, una magnífica biografía del naturalista, ensayista, profesor cubano, nacido en La Habana el 26 de mayo de 1799, fallecido en la propia capital del país el 28 de enero de 1891.
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