Las Tunas, Cuba. – A 65 años del acontecimiento que consternó a los cubanos, conservo el testimonio del guerrillero de la llanura del Cauto, radicado en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana 5, de la ciudad de Las Tunas, ya fallecido, Eusebio González Rodríguez el último de los seguidores que habló con Camilo.
González Rodríguez narró que en el regimiento Ignacio Agramonte de Camagüey, Camilo le entregó dos carros y al prisionero Huber Matos, con la misión de conducirlo por carretera hacia La Habana, en tanto él ante de salir rumbo al aeropuerto, le dijo, “te espero mañana a las 10 am, en el Estado Mayor”.
Sobre la marcha uno de los dos carros sufrió un corte y obligó a Eusebio a hacer contacto con el regimiento de Camagüey, para poner al tanto a la tripulación del avión de lo sucedido, para que supieran que estaba detenido en la carretera.
Pasado 40 minutos se produjo una llamada a los autos estacionados en la carretera y es cuando se produce el contacto con el piloto Fariñas, a quien Eusebio le pide que le ponga a Camilo, y es cuando el Señor de la Vanguardia exclama, “dicen que nos estamos desviando porque hay una tormenta”.
Y esas fueron las únicas palabras cruzadas, pues se cortó la comunicación y hasta hoy nadie ha presentado evidencias de haberse comunicado con la nave luego de ese momento.
González Rodríguez recuerda a aquel hombre de la sonrisa amplia y el sombrero alón reagrupando las fuerzas en los llanos del cauto, en aquellos días de abril, en víspera de la ofensiva final del Ejército Rebelde.
Erguido en uno de los balances de su casa de la Calle Maceo, entre Lico Cruz y José Martí, le fluía el pensamiento e iba describiendo los combates sostenido en los llanos del Cauto y hasta cuando lograron detener unos camiones que trasladaban leche custodiado por soldados de la dictadura batistiana.
A 65 años de la desaparición física del Señor de la Vanguardia, en la memoria de aquel joven barbudo, Camilo se mantiene tan vivo, como si estuviera recorriendo las tropas de la retaguardia hasta la vanguardia, estrechando la mano de los hombres y atento a salir al paso a cualquier problema que surgiera en la tropa o algún campesino, cundo se encontraba en el llano.
Tras visitar el museo de Yaguajay y colocarse de frente a la imagen que perpetúa su memoria, el impacto en Eusebio fue tal que, a la memoria, le parecía como que Camilo estaba frente a sus tropas; tan presente se mantiene que la mayoría de los jóvenes cubanos han crecido aclamando que quisieran ser como el Che, y Eusebio dice que él quisiera que sus hijos fueran como Camilo.
El campesino de los llanos del Cauto, que militó en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, del Consejo Popular 1, de lo residencial de la ciudad de Las Tunas, Eusebio González Rodríguez, fue el último hombre que habló con Camilo.
Este lunes el claustro docente y los educandos de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos tunera continúan ratificando que en el pueblo hay muchos Camilos y que de la patria es mandar.
En estas inmediaciones de la avista Vicente García, entre las calles 24 de febrero y Ramón Ortuño, donde radica la Escuela Especial Camilo Cienfuegos tunera, los hijos de la cuna del Mayor Vicente García González desarrollarán la actividad central por el Aniversario 65 de la desaparición física, este lunes.
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