Gracias Cuba, a su pueblo, a Fidel, al Presidente Díaz-Canel, a Silvio, fueron las palabras de Patricia Esquenazi Marín, embajadora de la República de Chile en la Isla durante el concierto conmemorativo por los 50 años del golpe militar en esa nación suramericana que puso fin al gobierno de la Unidad Popular y terminó con la vida del presidente Salvador Allende.
Bajo la tenue luz de la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís ocurrió esta velada cultural a la que asistió el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, junto a su esposa Liz Cuesta Peraza.
La representante diplomática durante sus sentidas y apasionadas palabras afirmó que democracia es memoria y futuro, por lo que no pueden cerrarse las heridas si no hay reconciliación verdadera. Dijo que aún hoy, 50 años después de la tragedia en Chile, la justicia no ha llegado para las víctimas.
El programa, marcado por la poesía de Silvio Rodríguez, incluyó al Coro Nacional de Cuba, dirigido por la Maestra Digna Guerra; la flautista Niurka González, junto a la pianista Malva Rodríguez y la Orquesta de Cámara de La Habana, bajo la dirección de la Maestra Daiana García.
Asistieron al homenaje, además, el miembro del Buró Político del Partido y canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, parte de la comunidad chilena residente en Cuba, representantes del cuerpo diplomático acreditado en la mayor de las Antillas y notables intelectuales cubanos.
Las emociones presentes en todo el espectáculo alcanzaron su máxima expresión cuando el cantautor Silvio Rodríguez antes de interpretar la pieza con arreglo de Aldo López Gavilán, confesó cómo escribió la monumental obra Santiago de Chile, composición que catalogó como una canción rabiosa que este 11 de septiembre también cumplió medio siglo.
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