La relación entre Estados Unidos e Israel está a su nivel más bajo desde los últimos tiempos.
La decisión del premier israelí Benjamin Netanyahu de avanzar sobre la ciudad de Rafah (sur de Gaza) causa enfrentamientos con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Recientemente la Casa Blanca decidió suspender la entrega del material bélico que Israel usaría en la eventual ofensiva contra la zona de Rafah.
«Lo que el presidente dejó claro en CNN es que no queremos brindar apoyo material a tal operación», expresó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a un grupo de periodistas. «Hemos retenido un envío de municiones no guiadas de alta carga útil y discutimos con Israel todas las preocupaciones sobre su uso en entornos urbanos densos».
Según expertos, esta postura de Biden es parecida a la asumida por el expresidente republicano Ronald Reagan cuando Israel ocupó El Líbano y bombardeó diferentes zonas allá por orden del entonces general Ariel Sharon. Fue en agosto de 1982, cuando Reagan suspendió el suministro de armamento a su aliado en Medio Oriente.
Biden retuvo 1.800 bombas de 900 kilos y 1.700 bombas de 225 kilos que podrían caer sobre Rafah, revelaron a medios de comunicación fuentes del Pentágono.
El gobierno de Washington estima que otro ataque israelí contra esa ciudad de Gaza incrementaría las muertes civiles.
“Si tenemos que estar solos, lo estaremos. Estamos en vísperas del Día de la Independencia (14 de mayo). En la Guerra de Independencia, hace 76 años, éramos pocos contra muchos. No teníamos armas, había un embargo de armas a Israel, pero con la grandeza del espíritu, la valentía y la unidad entre nosotros, ganamos”, respondió recientemente Netanyahu. También se ha conocido que Antony Blinken, secretario de Estado, y William Burns, director de la CIA, buscan varias alternativas para evitar que la fisura entre los dos mandatarios se profundice y desemboque en una crisis diplomática más profunda.