Justamente en uno de los sitios más elevados de Venezuela, en el Pico del Águila o Collado del Cóndor, en el Estado de Mérida, hermanos venezolanos y colaboradores cubanos se unieron para reinaugurar una escultura dedicada al inmortal Comandante Ernesto Che Guevara.
Allí, a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, entre altas montañas y páramos de los parajes andinos, llegaron en julio de 1952 el entonces joven Ernesto y su amigo Alberto Granados, cuando recorrieron en motocicleta las tierras de nuestro continente; allí tomaron chocolate caliente para aliviar el frío intenso, admiraron las bellezas del sitio y continuaron su periplo, un acontecimiento que rememoran con orgullo los habitantes.
Manuel Suescum, escultor, historiador y poeta del Municipio Rangel fue uno de los autores de la obra, hecha con resina, la cual perpetúa la hidalguía de quien es símbolo del Hombre Nuevo.
“Uno toma la referencia de la inmortal foto de Alberto Korda que ha recorrido el mundo, y la obra sale rápido y bonita, también hay muchos sentimientos por dentro; es un honor para mí que los cubanos nos acompañen en este momento tan emocionante, el que entiende a Bolívar debe entender al Che, a Martí, a todos los revolucionarios que se desprenden de sí mismos para entregarse a los demás seres humanos, a las ideas nobles, a sus hermanos”, expresó.
La escultura fue inaugurada en el aniversario cuarenta del paso a la inmortalidad del Guerrillero Heroico, luego ha estado sujeta a los actos vandálicos de grupos fascistas de la ultraderecha opositora, pero siempre se vuelve a levantar en desagravio ante el odio, y como un claro mensaje a la resistencia de los pueblos y la perpetuidad de las causas justas.
“Es preciso seguir el ejemplo del Che, y sabiendo que ustedes han escuchado y siguen esa frase de Fidel, cuando dijo queremos que nuestros hijos sean como el Che, el Guerrillero nos inspiró a ser mejores revolucionarios”, dijo Suescum, y añadió: “Cuando nos preguntan por el Che, nuestros enemigos se ponen violentos, porque no pueden comprender a alguien tan inmenso, él entró al corazón de los revolucionarios, fue un argentino que se volvió cubanoy universal”.
En el acto estaban presentes el Doctor Francisco Rabelo González, Jefe de la Misión Médica en Mérida, autoridades de la Gobernación del estado, miembros del Grupo de Trabajo Nacional, y pobladores.
Moraima Salazar, directora de la Misión Barrio Adentro, recordó que cada 8 de octubre en Venezuela se celebra el Día del Médico Integral Comunitario en homenaje al Guerrillero.
“Más que un busto, es el sentimiento de cada cual que lo sentimos como luz y guía, y así defendemos el verdadero sentir del revolucionario, él convocaba a hacer de lo extraordinario lo ordinario; nos enseñó cómo ser humildes; en mi formación como médico comunitario continué su legado, ese que nos demostró que a los revolucionarios nos mueve el amor”.
Sandra Lobo, enlace territorial, Nelsy Rivera, representante de las misiones y Elsy Trejo, enlace político en el territorio, ratificaron en ese sitio sagrado el compromiso de fortalecer la amistad entre los dos pueblos y la revolución bolivariana.
“Orgullosos de que estemos reivindicando esta escultura de un gran prócer y guerrillero, es un orgullo esta hermandad que se solidifica mucho más después de la Revolución bolivariana de Chávez, por aquí pasó Bolívar, el Che, Chávez”, ratificó emocionada Sandra.
Por su parte Nelsy expresó: “En el 2006 vinimos a este sitio con más frio, en medio de la campaña presidencial de Chávez, y hoy somos más chavistas y guevaristas y más fidelistas”.
Entretanto, Elsy suscribió el compromiso: “Aquí estamos junto a los hombres y mujeres de a pie, esos hermanos de lucha por los cuales seguiremos trabajando, y con esa humanidad seguiremos trabajando por nuestro pueblo, agradecemos a la Misión Barrio Adentro por todo lo que ha hecho en nombre del bienestar de las venezolanas y venezolanos, y apostamos porque nuestras dos naciones sigamos unidas en revolución”, sentenció.
Juan Domínguez Pérez, Jefe del Grupo Nacional de Trabajo de la Embajada de Cuba en Venezuela, reseñó las facetas más importantes de la prolífera vida del Che Guevara y subrayó: “Agradecidos estamos los cubanos y cubanas, todo nuestro pueblo revolucionario, las autoridades de nuestro país, estamos eternamente agradecidos por ese gesto de honrar al Che, es todo un símbolo esa decisión de los merideños de que cuantas veces tumben esa estatua, se volverá a levantar”.
Para la joven Doctora Yodelkis Chirino Belén, del Estado Cojedes, este momento siempre quedará grabado en su memoria.
“Ha sido una experiencia que me llevo para toda la vida, que comparto con mis compañeros del trabajo, mis familiares, mis amistades, es que el Che sigue vivo entre nosotros, la Universidad donde yo estudié se llama Ernesto Che Guevara y eso entraña un compromiso”, declaró a la prensa.
Un sentimiento de amor que se multiplica, dijo el escultor Manuel Suescum, quien aseveró:
“Su moto se llamaba La Poderosa, pero los poderosos fueron ellos, Ernesto Guevara y Alberto Granados, ese viaje le cambió la vida al Che, y luego su encuentro con Fidel en México; estas montañas fueron testigo de ese viaje, y nos dan cátedra, nos enseñan cuántos han pasado por aquí con un sentimiento verdadero, el de la independencia y unidad de Nuestra América; una tarea que siguió Bolívar y que continuó el Che, si vuelven a tumbar esta escultura, siempre la volveremos a levantar, Ernesto Guevara es un símbolo, yo quisiera que mis hijos fueran como el Che”, concluyó el artista.
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