Onelia Chaveco | Fotos: Cortesía de colectivo del Radar Pico San Juan
Cienfuegos- El Radar del Pico San Juan de la provincia de Cienfuegos, conocido como el Ojo de acero de la montaña, llega hoy a sus 34 años, inmerso ahora en la vigilancia de la vaguada que desde hace días afecta al centro y oriente de Cuba.
Su ubicación privilegiada, a mil 140 metros de altura en el macizo de Guamuhaya, le permite a los integrantes del colectivo que allí labora realizar la observación de un área muy grande, desde el occidente al oriente del país.
Osmany León Cabrera, director de radar, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que el alcance del radar cienfueguero llega de Baconao, en Santiago de Cuba, hasta Cabo San Antonio, en Pinar del Río; por el sur, de Jamaica a Gran Caimán; al norte, desde Bahamas a Florida.
Todo este servicio abarca un radio de 500 kilómetros, ya que la posición del enclave en la serranía cienfueguera, constituye la mayor altura del país desde la provincia de Las Tunas hasta Guanacahabibes.
Alli realizan observaciones cada 10 minutos y la información la tributan a las páginas de la red meteorológica, donde incluyen al Centro Provincial de Cienfuegos, el Instituto Nacional y al entorno internacional, porque contribuyen con el sistema de radares de Miami, en Estados Unidos, abundó.
Explicó el experto que en una observación meteorológica la antena del Pico San Juan hace 14 exploraciones en diferentes ángulos, desde menos 0.5 grados hasta 23 grados de la vertical, ello favorecido por la altura a la que está ubicada.
Por la importancia de la alerta temprana ante fenómenos hidrometeorológicos, como el actual, el equipo de trabajo permanece en ese enclave con un régimen de trabajo de siete días por similar de descanso.
Inaugurado el 11 de junio de 1989, por Rosa Elena Simeón, presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba por esa época, el radar presta un servicio de gran relevancia, y mucho más con el incremento de los eventos extremos del clima.
(Fuente: ACN)